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Lobos cuidando ovejas

Salvador Ventura

No existe en la legislación salvadoreña una medida o un recurso para obligar a un periodista, physician no rx un editor o director de un medio de difusión a decir la verdad y evitar la manipulación, cialis cialis sale la distorsión o simplemente la falsa noticia por omisión o el comentario tendencioso.

Es un problema delicado y prácticamente cae en la conciencia profesional o en la ética propia del periodista. El director y el editor de El Diario de Hoy creen ser honrados y no mentir cuando silencian algunos hechos o simplemente especulan y ponen en boca de otros lo que no pueden sostener con sus argumentos.

Lo dicen los clásicos del periodismo: esta actitud está ligada a la reacción algo infantil que consiste en pensar: para traicionar la verdad es preciso hablar o escribir. Una reacción bastante frecuente y a causa de ella, muchos periódicos silencian o esconden los hechos contrarios a su pensamiento político e ideológico.

La práctica de silenciar, ocultar hechos o distorsionar las informaciones es tan reprensible como la falsa noticia. El Diario de Hoy procede así porque perversamente sigue una agenda partidaria de Arena y constantemente ataca las obras gubernamentales, calumnia a los funcionarios y agrede a dirigentes y miembros del FMLN.

En su editorial del miércoles 4 de marzo del año en curso escribe de la victoria del alcalde del FMLN “por un margen microscópico”, no es así porque el joven político y empresario Nayib Bukele, obtuvo más de siete mil votos sobre el candidato Edwin Zamora del partido Arena, además lo importante es el triunfo. Primera falsedad.

A continuación habla de la “incapacidad de los comunistas para administrar, descuido de funciones esenciales como son la limpieza y los servicios a la gente, tolerancia al vicio y mantener con fondos municipales enjambres de activistas políticos”. El odio ideológico y su intolerancia lo llevan a emitir juicio sin fundamento alguno.

Hasta el día de hoy “los comunistas” no han administrado nada y si se trata de mantener sucias las ciudades habría que remitirse a los alcaldes “capitalistas” del partido Arena, por ejemplo de Mejicanos, Soyapango y más, donde han intervenido las autoridades del gobierno central para recoger la basura y evitar epidemias.

En esas mismas alcaldías, más las de Apopa e inclusive San Salvador, hay una pésima administración no se paga puntualmente a los acreedores y a los mismos empleados, hay serios reparos de la Corte de Cuentas, deudas millonarias con la ANDA y otras empresas como MIDES no les brindan servicios por la misma situación.

“La obra realizada por el alcalde Quijano”, se reduce al ornato de parques y plazas públicas, pequeñas obras en ciertas comunidades, aumento a tasas e impuestos municipales, apertura de bares por todos lados, suprimir ventas a vendedores, los grandes proyectos no se ven por ningún lado, entonces ¿por qué hablar de no desbaratar una obra si no existe?

Un buen alcalde de la ciudad fue el doctor Héctor Silva, sin embargo, el señor director habla de “rechazar las nefastas prácticas previas: el mal precedente de Héctor Silva a quien apenas se sentó en la silla edilicia lo mandaron a pactar negocios con una mafia canadiense, o las turbias compras de camioncitos chatarra y el desborde de basura y prostíbulos bajo la alcaldesa”.

Son temerarias y peligrosas las afirmaciones del editorialista: no se puede calificar de “mafia” a una empresa legalmente registrada e inscrita por las leyes canadienses, tampoco se puede sostener que en San Salvador hubo “desborde de basura y prostíbulos bajo la administración de la alcaldesa”.

El doctor Silva y la doctora Menjívar son personas honorables (descanse en paz el Dr. Silva), nunca dieron permisos para abrir “prostíbulos”, los desechos sólidos siempre se recogieron y la ciudad se mantuvo bastante limpia, se pudieron haber cometido errores, pero el alcalde libre de pecado “lance la primera piedra”.

El señor director es ocurrente: los únicos partidos con vocación cívica son Arena, PCN y PDC, por lo tanto, los llamados, junto al señor Edwin Zamora, a “vigilar cada cosa que se hace, para impedir que se perjudique y se estorbe lo que lleva a cabo la gente que trabaja, rinde servicios, comercia, produce y genera empleo de millones de salvadoreños.”

El caballero recomienda poner a los lobos a cuidar las ovejas, a las comadrejas a proteger las gallinas, el partido Arena tiene una larga data de corrupción como lo atestiguan los 152 expedientes descansando en los archivos de la Fiscalía General de la República, el mayor delincuente actualmente está siendo procesado.

Un buen periodista no falsifica lo hechos, habla con la verdad y tiene especial cuidado en sus comentarios o en las informaciones cuando no está respaldado con fuentes confiables y datos precisos. La calentura y el odio ideológico no son argumentos valederos para un director o un editorialista.

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