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Madrid/AFP
Los ministros de Relaciones Exteriores español y británico aseguraron este jueves en Madrid que la solución a la crisis en Ucrania pasa por el diálogo y no puede implicar un apoyo militar a las fuerzas ucranianas.
«Creemos que en este momento no sería útil aportar un apoyo armado a las fuerzas ucranianas», sildenafil dijo el británico Philip Hammond, buy mientras que su homólogo español, José Manuel García-Margallo abogó por un «diálogo franco y abierto» y llamó a Rusia a respetar «la integridad territorial de Ucrania».
«No hay ninguna solución militar que sea aceptable», advirtió el ministro británico, quien, sin embargo, precisó que «nos reservamos el derecho de revisar nuestra posición».
«Está claro que no podemos permitirnos dejar que las fuerzas armadas se desmoronen, a pesar de que creo que todavía estamos lejos de eso», añadió Philip Hammond.
«Por ahora, Gran Bretaña no cambiará su posición sobre la ayuda militar», aseguró, considerando que esta cuestión «no depende de la Unión Europea o de la OTAN», sino de los gobiernos nacionales.
En la misma línea, García-Margallo deseó sin embargo «que hubiese una posición común en la Unión Europea» al respecto.
«La UE tiene que decidir si Rusia es un socio o un adversario estratégico», agregó.
«Si (Moscú) quiere ser socio tenemos que buscar fórmulas de colaboración, políticas, económicas, militares», consideró. Pero «tiene que haber un requisito inexcusable, una condición sine qua non, que es el respeto de la legalidad internacional, que se concreta en el respeto de la integridad territorial de Ucrania, como la propria Rusia admitió en el memorándum de Budapest», precisó.
Anteriormente, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, François Hollande, y sus homólogos ruso, Vladimir Putin, y ucraniano, Petro Poroshenko, habían llamado a continuar aplicando los acuerdos de Minsk, pese a la ruptura del alto el fuego en el este rebelde de Ucrania.
El 12 de febrero, tras más de 16 horas de negociaciones, el Grupo de Contacto sobre Ucrania, compuesto por representantes de Moscú, Kiev y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, firmaron un acuerdo con los rebeldes separatistas. Sus puntos principales eran la instauración de un alto el fuego y la retirada de las armas pesada en una zona fronteriza ampliada.
