México / AFP
Yemeli Ortega
El Tribunal Electoral de México validó el miércoles las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio y reconoció formalmente a Andrés Manuel López Obrador como el ganador, con un avasallador 53,2% de los votos, mientras cientos de partidarios del dirigente izquierdista salieron a expresarle su apoyo.
Se declara «válida la elección» presidencial y que López Obrador «satisface los requisitos de elegibilidad, por lo que se le declara Presidente Electo de los Estados Unidos Mexicanos», dijo Janine Otálora, presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, tras una sesión en la que los magistrados votaron por unanimidad.
«En favor del candidato Andrés Manuel López Obrador se emitieron 30.110.327 sufragios, lo que representa el 53,20% de la votación total», dijo María Sánchez, secretaria general de acuerdos del Tribunal, al asegurar que en los comicios prevalecieron los principios de «certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad».
«¡Viva México!», clamó López Obrador tras recibir la constancia del Tribunal en un evento solemne. Es «el inicio de un proceso de cambio verdadero (…) no les voy a fallar a todos los ciudadanos», dijo.
– «Condiciones políticas inmejorables» –
El izquierdista, conocido como AMLO por sus iniciales, contendió por una coalición política encabezada por su partido Morena, y asumirá el sexenio presidencial el 1 de diciembre con la promesa de un gobierno austero que acabará con los privilegios de la dirigencia política para combatir la desigualdad económica y social.
«La gente votó por un gobierno honrado y justo (…) La mayoría de los ciudadanos mexicanos están hartos de la prepotencia, influyentismo, deshonestidad e ineficacia, y desean con toda el alma poner fin a la corrupción e impunidad», dijo López Obrador, de 64 años.
El presidente electo prometió combatir la violencia que sofoca al país y actuar con «rectitud y respeto» frente a los otros poderes de la nación.
«Ninguna autoridad a cargo de impartir justicia sufrirá presión (…), habrá absoluto respeto de sus veredictos», afirmó en su discurso frente a los magistrados y miembros de la Suprema Corte de Justicia.
López Obrador será el primer presidente desde las elecciones de 1994 en contar con mayoría absoluta en el Congreso bicameral: Morena tendrá junto a sus aliados 307 de los 500 escaños en la Cámara de Diputados y 69 sobre 128 en el Senado.
«No desaprovechemos este momento de condiciones políticas inmejorables» para transformar al país, exclamó.
En julio, López Obrador no pudo asistir a una cumbre de la Alianza del Pacífico en México como había previsto porque aún no contaba con el certificado de presidente electo.
– «¡Te queremos!» –
Decenas de medios y cientos de partidarios de López Obrador aguardaron durante horas afuera del Tribunal Electoral para ver llegar al futuro presidente mexicano, y siguieron la ceremonia a través de pantallas gigantes.
«¡Te queremos AMLO, te queremos!», gritaba la gente que se arremolinó cuando López Obrador salió a mostrar su constancia.
En su trayecto en auto hasta la puerta principal del Tribunal, una muchedumbre invadió las calles para saludarle desde las banquetas con banderas y pancartas. Si su auto se detenía en algún semáforo, las personas corrían a tomarse una foto con él o regalarle flores.
Estas muestras de afecto contrastan con las violentas manifestaciones que ocurrieron cuando el actual presidente Enrique Peña Nieto y su antecesor Felipe Calderón acudieron por sus constancias al Tribunal, en 2012 y 2006 respectivamente. Ambos llegaron en helicóptero en medio de un fuerte dispositivo de seguridad y tuvieron que entrar al recinto por la puerta trasera.
López Obrador fue candidato presidencial en las dos elecciones precedentes. Durante meses denunció un fraude electoral y contestó las victorias de Calderón y Peña Nieto.
El Tribunal Electoral recibió este año 286 impugnaciones contra los resultados, pero todas fueron desestimadas o declaradas improcedentes.
El 1 de julio se renovaron más de 18.000 cargos, incluyendo los escaños del Congreso bicameral, varias gobernaciones estatales y alcaldías, después de tres meses de la campaña electoral más sangrienta de la historia reciente de México, con más de 145 políticos asesinados, según la consultora Etellekt.