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"Me va a cuidar la gente", dice presidente electo de México Andrés Manuel López Obrador, al rechazar el cuido de guardias especiales. [Foto Diario Co Latino/Alfredo Estrella/AFP]

López Obrador pedirá ayuda al papa Francisco para impulsar la paz en México

México / AFP

Yemeli Ortega / Yussel González

El izquierdista Andrés Manuel López Obrador prometió una transición ordenada cuando asuma la presidencia de México, invitará al papa Francisco para «alcanzar la paz en el país» y anunció un encuentro en próximos días con el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo.

«Hoy se va a hablar (con sus colaboradores) de la convocatoria a dirigentes religiosos, de derechos humanos, la ONU, para comenzar este encuentro entre todos con el propósito de conseguir la paz en nuestro país (…) Vamos a a invitar al papa Francisco», dijo en rueda de prensa tras reunirse con el presidente saliente Enrique Peña Nieto.

López Obrador adelantó también que se reunirá con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, lo que más tarde confirmó la presidencia de México al mencionar que el funcionario visitará México el 13 de julio próximo para reunirse también con Peña Nieto y el canciller mexicano, Luis Videgaray.

El lunes López Onrador conversó con el presidente estadounidense Donald Trump en una charla que, dijo, fue «en muy buenos términos y respetuosa» y en la que propuso un acuerdo de desarrollo económico en México para reducir la migración.

López Obrador y Peña Nieto conversaron en privado durante más de una hora en el Palacio Nacional, donde en un tumulto de medios el izquierdista ofreció una conferencia de prensa en la que no estuvo presente el presidente saliente.

Dijo que fue un encuentro «muy bueno, amistoso», en el que se abordaron distintos temas, desde la necesidad de mantener un ambiente económico estable hasta la renegociación del TLCAN con Estados Unidos y Canadá, pasando por el vital tema de la seguridad.

En su tercer intento consecutivo por alcanzar la silla presidencial, López Obrador, de 64 años y del partido Morena, triunfó en las elecciones generales del domingo con cerca del 53% de los votos, más de 30 puntos por encima del segundo lugar.

López Obrador, quien asume la presidencia el 1 de diciembre próximo, dijo que se buscará que haya una transición ordenada y sin sobresaltos, sobre todo en la parte económica.

«En este periodo tenemos que ponernos de acuerdo en muchos temas, sobre todo en lograr que la transición se dé de manera ordenada, que no haya sobresaltos, que haya confianza en temas económicos y financieros», dijo.

Agregó que a invitación de Peña Nieto asistirá a la cumbre de la Alianza del Pacífico -el grupo de libre comercio que conforman México, Perú, Chile y Colombia- y que será el 24 y 25 de julio en el balneario de Puerto Vallarta, en el occidental estado de Jalisco.

El presidente electo dijo que en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se mantendrá por ahora el equipo negociador de Peña Nieto pero que se incorporarán colaboradores suyos.

Sobre la construcción del nuevo aeropuerto de la capital, que en campaña pidió cancelar al señalar que era un «despilfarro» de recursos, dijo que equipos técnicos iniciarán un análisis «de lo que más convenga al interés general».

Reiteró que el nuevo gobierno respetará la autonomía del banco central y el régimen de libre flotación del tipo de cambio. El traspaso de mando se celebrará el 1 de diciembre.

«Me va a cuidar la gente»

En un par de días, López Obrador ha mostrado su particular forma de hacer política, seguido siempre de un batallón de medios de comunicación que a bordo de motocicletas, y a veces desde helicóptero, siguen sus pasos de un lado a otro de la megaurbe. «No apachurrar» (aplastar),  pidió con una sonrisa.

Ha desatado polémica por rechazar el resguardo de guardias presidenciales, se traslada habitualmente en un auto compacto y permite que la gente se le acerque. La policía capitalina reacciona de bote pronto. Apenas consiguió mantener el orden al exterior del Palacio Nacional, en el Zócalo (plaza central).

Tal y como prometió en campaña, López Obrador dijo que no usará las aeronaves oficiales, que viajará «en aviones comerciales y por tierra» y que no vivirá en Los Pinos, la residencia en la que por décadas han vivido y despachado los presidentes.

«Me va a cuidar la gente, el pueblo», dijo.

Aseguró que ajustará a la baja los salarios de los funcionarios públicos y que él personalmente ganará la mitad del salario del presidente saliente y sin la compensación adicional.

Cientos se concentraron para expresarle su apoyo. «Ya se nos hizo (que ganara), después de cuántos años. Ya como nos vaya, todo es bueno», dijo a la AFP Soledad Hernández, de 79 años.

Gabriel Ibarra, comerciante de 60 años, se dijo emocionado de ver entrar por primera vez a López Obrador al Palacio Nacional.

«Estuve trabajando en una casilla electoral contando los votos sin cobrar un quinto. Lo hago por cariño, por mi patria», dijo.

En su ambicioso proyecto de nación 2018-2024, López Obrador pretende un rescate del campo, revisar millonarios contratos derivados de la reforma energética y tener un gobierno «austero, sin lujos ni privilegios».

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