México / AFP
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el miércoles que no realizará una visita oficial a Estados Unidos hasta que exista algún acuerdo de inversión listo para firmar, tras reunirse la víspera con Jared Kushner, asesor y yerno del presidente Donald Trump.
«No queremos nada espectacular. Si hay acuerdo específico, con proyectos de inversión, con empleo, entonces sí viajamos» a Estados Unidos, dijo López Obrador en su cotidiana conferencia matinal.
«No voy a hacer turismo político, tengo muchas cosas que hacer en el país», recalcó el izquierdista.
El presidente mexicano dijo que se están negociando con Estados Unidos inversiones para México y Centroamérica por unos 10.000 millones de dólares con el objetivo de que «se generen empleos y se impulse el crecimiento económico».
«Eso es lo que más nos importa. No por lo que significa el dinero, sino porque es inversión para crear empleos y para que la gente no tenga necesidad de abandonar sus comunidades y familias», dijo Obrador, quien aboga por el desarrollo para frenar la ola de inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
La oficina del mandatario informó bien entrada la noche del martes que, por invitación del gobierno mexicano, Kushner se reunió con López Obrador, el canciller Marcelo Ebrard y el encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, John Creamer.
En la reunión, celebrada en una casa particular de Ciudad de México, se habló sobre la ratificación del tratado comercial de Norteamérica T-MEC, la cooperación para el desarrollo y la migración en la región.
«Hay una actitud de respeto y colaboración con México», dijo López Obrador, que recalcó que busca «una relación de amistad» con Estados Unidos.
El lunes, Trump designó a Christopher Landau, un veterano abogado conservador, como su embajador en México, un puesto delicado para representar a un mandatario determinado a construir un tramo de muro entre ambos países. Esta nominación aún requiere la anuencia del Senado.
Estados Unidos ha estado sin embajador en Ciudad de México desde mayo pasado, cuando Roberta Jacobson renunció.
Trump llegó al poder con un fuerte discurso antiinmigrantes y prometió construir el muro en la frontera con México. Dispuesto a todo para concretarlo, el mandatario usó el viernes pasado por primera vez el veto presidencial para desbloquear una resolución del Congreso y acceder a los fondos para cumplir con su promesa.