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Es triste tener que dar la noticia de niños y niñas afectadas por el uso imprudente de artefactos pirotécnicos, cuyos culpables al final son los padres de familia ya que es su responsabilidad velar por la integridad física de los menores.
En la noche del 24 y madrugada del 25 hubo siete niños quemados con cohetes, a uno de ellos, y es lo más lamentable, los médicos tuvieron que amputarle una mano. Esto es triste e incomprensible, pues este niño crecerá marcado por la irresponsabilidad de los mayores.
Y falta aún la noche vieja y la llegada de un nuevo año, que también se celebran con la quema de pólvora, y por supuesto, existe el peligro de que más niños y niñas quemados se sumen a los de la Navidad.
Esto podrá evitarse si los padres y las madres no se alejan de sus hijos a la hora de la quema de pólvora, pero también, evitando que los menores manipulen productos peligrosos como los morteros, propios para ser quemados por adultos.
Es necesario que los padres y madres se concienticen de que cualquier percance que sufra un menor le marcará su vida, y los únicos irresponsables son los adultos.
Por eso es que Diario Co Latino se une a la campaña para que a los niños y niñas no los dejen solos a la hora de la quema de pólvora, y evitar que estos tengan acceso a cohetes prohibidos o peligrosos.
Cuando hay niños quemados no solo sufren ellos y su grupo familiar, también el personal médico y enfermeras que los atienden en los hospitales o unidades de salud.
No permitamos que la alegría de las fiestas de Fin de Año se convierta en llanto para los menores y penas para los adultos.
Esperemos, pues, que en este fin de año no haya ni un tan solo niño quemado.
