Madrid / AFP
Miles de agricultores volvieron a manifestarse el viernes en España para exigir «precios justos» para sus productos, bloqueando incluso con sus tractores el centro de Valencia (este), la tercera ciudad del país.
«La agricultura no se tira a la basura» o «nosotros damos comida, los políticos nos matan de hambre» se podía leer en algunas pancartas y carteles en los actos convocados por los principales sindicatos agrarios.
Por la mañana, el centro de Valencia quedó totalmente paralizado por cientos de tractores y miles de manifestantes.
Otras protestas tuvieron lugar en Asturias (norte), Cataluña (noreste) y Andalucía (sur), donde los tractores bloquearon las carreteras en la provincia de Córdoba.
Desde finales de enero, los agricultores multiplican sus manifestaciones por España en una movilización de un alcance inusual en este sector.
El objetivo es «luchar por un precio justo, por un precio digno», señaló a la radio pública RNE Carmen Quintero, secretaria general del sindicato COAG en la provincia de Córdoba.
«La gente del campo quiere vivir de su trabajo, quiere poder vivir en los pueblos, que los pueblos sigan teniendo vida, y no hay otra manera que ponerse en pie de guerra», insistió.
Los sindicatos critican la presión en los precios ejercida por las grandes cadenas de distribución que apenas deja margen de beneficio a los productores, la competencia de países con salarios más bajos fuera de la Unión Europea y el aumento del salario mínimo decidido por el gobierno de coalición de izquierdas.
El vicepresidente del gobierno encargado de las cuestiones sociales y líder del partido de izquierda radical Podemos, Pablo Iglesias, así como la ministra de Trabajo Yolanda Díaz tenían que reunirse con los sindicatos este viernes.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Planas, se encontrará con los representantes del grupo de supermercados de bajo coste y líder del mercado español Mercadona, a quien los agricultores recriminan ahogar a los productores empujando a la baja el precio final.
Según los sindicatos, los sectores más impactados son la fruta, las legumbres y la aceituna, siendo España el primer productor mundial de aceite de oliva.
Su producción sufre además por los aranceles punitivos impuestos desde octubre por Estados Unidos contra los productos europeos.