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¡El campeonato número 17 ya está en mano de Los Angeles Lakers ! La franquicia púrpura y oro vuelve a ser la más laureada de la NBA (junto a Boston Celtics) tras el 4-2 a Miami Heat en unas Finales que terminaron con la mejor cara de los angelinos y la peor de los de Florida: un resultado de 106-93 absolutamente justo después de una diferencia que llegó a ser de 36 puntos al comenzar el tercer cuarto.
Ya desde el inicio se pudo ver a unos Lakers al 100% en defensa , sin distracciones, sosteniendo todos los emparejamientos individuales y atrapando a Miami cada vez que el balón iba hacia la pintura. Desde ahí armaron la victoria con lo mejor de estos Lakers durante toda la temporada 2019-2020 : el juego de contragolpe.
LeBron James fue la máxima figura del encuentro, con los primeros puntos para ir comenzando a liderar y siendo también el líder estadístico del partido: triple-doble de 28 puntos, 14 rebotes y 10 asistencias , el undécimo que logra en unas Finales. Pero lo de Los Angeles fue un trabajo total de conjunto.
Por el lado de Miami Heat, ni siquiera el regreso de Goran Dragic sirvió para algo . El esloveno hizo un esfuerzo tremendo para jugar a pesar del dolor en su pie izquierdo, pero apenas pudo aportar 5 puntos (2-8 de campo) y 5 asistencias en 19 minutos en cancha en el primer tiempo.
A Jimmy Butler lo tomó LeBron James en la primera posesión, como dejando claro el mensaje de que esta noche no la tendría fácil. Ya sin tantas energías, Butler quedó lejos de su actuación memorable del viernes pasado. Bam Adebayo con 25 puntos fue el líder anotador de Miami , pero el pivote no fue una opción para nada confiable en la primera mitad del partido.
Los números reflejan de varias maneras el dominio arrollador de los Lakers, uno que se vio poco en estos Playoffs desde la segunda ronda. 16-8 en puntos de contragolpe, 52-44 en puntos en la pintura, 12-9 en rebotes ofensivos y mayor efectividad en tiros libres (64% contra 59% y tiros de campo (48% contra 44%). La diferencia en los guarismos era más amplia aún, pero Miami logró maquillarla un poco en un último cuarto de 35-19, con el partido ya desvirtuado.
Show de los Lakers en Disney
Los últimos minutos del segundo cuarto pueden servir para afirmar que volvió el Showtime de los Lakers. El equipo de LeBron James se florea en cancha ante un Miami que luce abatido y sin poder competir contra un rival con varias marchas más y al que le sale todo. Hasta mejoraron un poco la efectividad con los triples, ahora de 5-17. Los angelinos ganan por 64-36, la segunda diferencia más amplia de la historia de las Finales en un entretiempo tras un +30 de Boston Celtics a los Lakers en 1985.
Lo de la defensa de los Lakers es tremendo y en ataque no paran de sumar puntos. Los máximos anotadores eran James y Rondo y ahora son Anthony Davis y Kentavious Caldwell-Pope, ambos con 15 unidades. LeBron le suma 9 rebotes y 6 asistencias a sus 11 tantos.
El trofeo Larry O’Brien ya va en camino a Los Angeles
La ventaja de los Lakers se extendió incluso más en este tercer cuarto: lo ganaron por 23-22 y ahora llevan el control del partido por 87-58. Parece totalmente imposible que Miami pueda remontar esto, no solo por lo amplia que es la brecha sino porque debería haber un giro de 180 grados respecto a lo que estamos viendo en cancha. Si Miami quisiera recortar la diferencia necesitaría muchos triples y no está pudiendo ni con eso: 1-6 en el tercer período. Los Lakers en tanto tuvieron a Rajon Rondo tirando triples como si fuese Reggie Miller y además continúan consiguiendo puntos sin oposición en la pintura: ya llevan 46 tantos allí.
El líder anotador del partido es LeBron James, que está en las puertas de su primer triple-doble de estas Finales. 19 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias. Rondo también tiene 19 y está a apenas dos tantos de su máxima anotación en las Finales (21 en el sexto partido de 2008 entre Boston Celtics y Los Angeles Lakers).
Último cuarto para decorar
Los últimos 12 minutos de NBA en el año 2020 sirvieron para que Miami pueda maquillar el resultado, con un parcial de 28-16 empujado por puntos de sus armas más jóvenes, como Bam Adebayo, Kendrick Nunn y Tyler Herro. Nada hay para analizar de esto, con los Lakers ya un poco más relajados y listos para festejar.