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Los artistas comprenden mis palabras

César Ramírez Caralvá

Escritor y Fundador Suplemento Tres mil

 

En su artículo: “Los artistas ante la política” César Vallejo anota: “El artista es, inevitablemente, un sujeto político. Su neutralidad, su carencia de sensibilidad política probaría chatura espiritual, mediocridad humana, inferioridad estética. Pero ¿en qué esfera deberá actuar  políticamente el artista? Su campo de acción política es múltiple: puede votar, adherirse o protestar, como cualquier ciudadano; capitanear un grupo de voluntades cívicas, como cualquier estadista de barrio; dirigir un movimiento doctrinario nacional, continental, racial o universal, a lo Rolland. De todas estas maneras puede, sin duda, militar en política el artista, pero ninguna de ellas responde a los poderes de creación política, peculiares a su naturaleza y personalidad propia” – Rev. Cultura, 27, ENE-MAR, 1963, pág 54,  que lejos de nosotros estas palabras, cuando hemos vivido una preguerra, guerra, posguerra e inicios de una democracia;  el arte con sus agentes culturales padecieron ese trayecto a costa de su propia vida, pero ahora parece que desembarcamos a un final de la guerra fría, con una realidad capitalista brutal, con una civilización de la pobreza inmensa, una cultura orientada al consumo, sin rumbo social ni propuestas para eliminar la desigualdad social histórica.

El elemento permanente del artista es el producto de sus ideales, su obra refleja su ser, la cual al final es la propuesta social, para algunos es un artefacto armado que combate al fascismo, para otros la tea encendida para liberar a los pueblos, algunos interpretan su proyecto como el fuego revolucionario de Prometeo robado a los dioses, el cual masifica su obra para todos, como un cuadro reproducido un centenar de veces con mínimas variantes o el afiche de un refresco mundial, etc. pero el contexto histórico es el capitalismo, de tal forma que se mide por la rentabilidad costo-beneficio, lo cual excede la voluntad del autor.

Existe el mito del mecenas, ese que otorga al pobre artista la oportunidad de divulgar su obra, además de facilitar generosas cantidades de dinero, lo cual produce el milagro de convertir a un hombre o mujer común en un genio universal, la realidad es otra, el artista produce su maravillosa obra con o sin mecenas -claro toda ayuda se agradece-.

Los artistas ya no necesitan vestirse de héroes o mártires, en esencia nacen así, tienen sangre de héroes al enfrentar al capitalismo y de mártires porque son acribillados por sus detractores gratuitamente; también son pequeños burgueses porque ni son aceptados como revolucionarios, ni jamás alcanzan el grado proletariados genuinos… también son mis amigos y amigas… comprenden mis palabras.

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Ver también

Nacimiento. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 21 de diciembre de 2024