Londres / AFP
Los parques y las costas se llenaron este fin de semana en el Reino Unido, lo que llevó al gobierno a subir el tono y advertir a los británicos que deben cumplir las medidas decretadas contra el nuevo coronavirus y evitar un trágico escenario como el de Italia.
El primer ministro, Boris Johnson, se dirigió a los que disfrutaron del buen tiempo: «Por favor, siga los consejos y no piense que el aire fresco le da cierta inmunidad».
«Deben permanecer a dos metros unos de otros», insistió Johnson, durante una rueda de prensa, advirtiendo de que si no se cumplen las recomendaciones se tomarán «medidas adicionales».
El dirigente conservador había señalado antes la «aceleración» de la pandemia, que dejó ya 281 muertes en el Reino Unido.
«Las cifras son impactantes, y se aceleran. Estamos a unas semanas -dos o tres- de Italia. Los italianos tienen un excelente sistema de salud. Y sin embargo, sus médicos y enfermeros se han visto completamente superados», advirtió en un mensaje publicado por varios periódicos el domingo, instando a los británicos a un «esfuerzo nacional colectivo».
«Los parques y las playas no deberían estar llenos de gente», declaró en conferencia de prensa la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon.
Dirigiéndose al «los pocos» pubs que siguen abiertos, la dirigente advirtió que tendría que utilizar «poderes de emergencia» para obligarlos a cerrar.
«Vuelvan a sus casas», «manténganse alejados», se lee en algunos carteles que han aparecido en la entrada de los pueblos cuyos habitantes están molestos por la llegada de turistas extranjeros y londinenses.
– Multitudes en los parques –
Para evitar contribuir a la propagación del nuevo coronavirus, el National Trust, encargado de la protección del patrimonio histórico y natural británico cerró sus parques y jardines.
En Londres, los famosos Kew Gardens están cerrados pero en los parques reales, siempre abiertos, se vieron multitudes.
El alcalde Sadiq Khan rogó a los habitantes de la capital, particularmente afectada por la pandemia, que eviten los contactos o «más personas morirán», declaró a la BBC.
En el Reino Unido se reportaban hasta el domingo 5.683 contagiados. Pero estas cifras no reflejan el alcance de la pandemia ya que no se han sometido a pruebas todos los casos sospechosos.
«Quizás la gente no tenga conciencia, pero la situación en Londres ya es mala», explicó Andrea Collins, profesora en medicina respiratoria de la Liverpool School of Tropical Medicine.
«Las unidades de cuidados intensivos de la capital están llenas de casos sospechosos o confirmados de COVID-19 y buen número de ellos tienen menos de 50 años», aseveró.
El gobierno pidió el domingo a 1,5 millones de personas identificadas como vulnerables a que no salgan de sus hogares durante al menos tres meses, entre ellos personas que padecen enfermedades crónicas.
Johnson también sugirió a los británicos llamar a sus madres en lugar de visitarlas en la fiesta del día de las madres este domingo.
El gobierno ordenó justo antes del fin de semana el cierre de escuelas, pubs, restaurantes, cines, teatros y gimnasios.
Según el periódico francés Libération, Johnson tomó esas medidas luego de que el presidente francés Emmanuel Macron amenazara con cerrar las fronteras entre Francia y el Reino Unido si no actuaba para contener la propagación del virus.
Un portavoz de Downing Street negó esa afirmación, asegurando que «esas nuevas medidas se adoptaron sobre la base de opiniones científicas y siguiendo el plan de acción del gobierno establecido hace dos semanas».