C. Marchelly Funes
Las elecciones de 2015, malady deben ser diferentes, los candidatos/as tienen que buscar visiones prácticas a las problemáticas que aquejan a los residentes del municipio que ostentan gobernar y no únicamente hablar de iniciativas genéricas y populistas que buscan “comprar el voto de la gente”.
En el marco de la campaña que se comienza a vislumbrar la ciudadanía exige a los candidatos exponer públicamente sus propuestas en temas relacionados a la seguridad, a la economía, al primer empleo, al transporte colectivo, a la inclusión de la mujer y la juventud, a la cultura, al deporte, entre otros que son de interés local y nacional.
Es hora de escuchar que harán para mejorar la calidad de vida de todos, no más promesas vacías, no más discursos demagógicos. Los partidos políticos deben entender que la población está harta de la campaña sucia y negra, que se llegó la hora de debatir.
Los “políticos de siempre” son los que evaden el debate, son los que solo se interesan en el poder y no en el bienestar de la gente que ingenuamente les da su voto. Hay políticos que “le apuestan” al debate pero cuando organizaciones ciudadanas juveniles les llevan el reto y les proponen debatir frente a sus opositores y a la población del municipio por el que corren, se van por la tangente y aseguran tener agendas apretadísimas como si no fuera parte de estas, exponer sus planes y proyectos ante el electorado.
Por otro lado, se sitúan los que a través de sus redes sociales y ante algunos medios masivos de comunicación han asegurado estar dispuestos a debatir, sería de mucho interés que Nayib Bukele, Edwin Zamora, Roberto Cañas y Walter Araujo aspirantes a la comuna capitalina, expongan sus propuestas de trabajo de ganar en 2015; ellos pueden ser los que inicien el debate político que le permita a los capitalinos, en especial a los jóvenes, que son la mayoría de población, discernir y decidir lo que más le conviene a la ciudad más importante del país, y que además, les permita a ellos encontrar los espacios de participación que tanto les han sido negado por los “políticos de siempre.”
Posteriormente, se esperarían debates entre aspirantes a las sillas edilicias de las ciudades más importantes del oriente y occidente del país, de los municipios emblemáticos como Santa Tecla, Soyapango, Ciudad Delgado, Mejicanos, San Marcos, etc., así como de los candidatos a curules.
En un debate de altura se espera que los políticos planteen estrategias que vayan más allá de dimes y diretes, de señalamientos infértiles; se esperan propuestas que superen los torneos deportivos efímeros, los maquillajes estéticos de los parques, y no es que esto esté mal, sino que el trabajo de las y los ediles y de sus consejos municipales tienen retos más grande de cara a las necesidades de la población.
Es imperativo que los partidos políticos y sus candidatos/as tengan una actitud receptiva a la crítica y dejen de tomarlo a mal, es hora de ver el debate como una contribución valiosa al mejoramiento de las propuestas de trabajo. Por esta razón acciones como la campaña “Asumí el reto: debatí” son fundamentales para el crecimiento y la madurez de nuestra cultura democrática. “Asumí el reto: debatí” es una campaña impulsada por las organizaciones Juventudes Unidas por El Salvador (Juve14+), Asociación de Desarrollo integral de Jóvenes Salvadoreños (ADIJS), Mejicanos Joven, Movimiento Pirata, Asociación Juvenil Cedros, Asociación Cultural Islámica Shiita, La Fragua de Arte y Cultura, estas quieren promover este tipo de iniciativas, escuchar a los candidatos y a sus propuestas en los diferentes temas que interesan a la población, principalmente, los capítulos para la juventud y mujer.