Lic. José María Barrera Lemus
Consultor.
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La crisis fiscal del país declarada por el Presidente Sánchez Cerén, en cadena de televisión y radio hace unos días, coincide con los datos resultantes de la empresa calificadora “Standar & Poor´s”, que recién ha declarado que el país ha bajado la calificación de B+ a Simplemente B. Lo primero que debemos preguntarnos sobre este tema es a quien representa esta empresa calificadora para que de manera inconsulta por el Estado Salvadoreño, venga a decirnos cómo estamos y qué deberíamos hacer para estar en las condiciones que ellos o sus financistas quieren para el país. Lo segundo, que independiente de la categoría que se nos asigna, no se conocen las demás categorías ni las razones por las cuales justifican su asignación; creando confusión entre el gremio de economistas quienes adoptan posiciones de acuerdo a su tendencia ideológica.
Estos datos e informes, divulgados públicamente de manera irresponsable por algunos medios, solo han provocado malestar en la población y un aprovechamiento estratégico electorero del principal partido opositor, el cual ha iniciado una serie de negociaciones con el Gobierno, que más que negociación está resultando en puras condiciones, que solo le abonan agua para su propio molino; frenando la continuidad y desarrollo del Programa de Gobierno a todo nivel.
La declaración política mencionada por el Presidente de la República coincidió con la llegada de la Misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyos representantes han anunciado que “no se retirarán sino hasta que se logre un acuerdo entre las partes”. Error craso del FMI al haberlo manifestado, pues solo reconfirma su papel hegemónico en nuestros países.
Dicha intromisión es la que ha permitido a ARENA, a manifestarse en contra de las decisiones del Gobierno, sabedor de que cuenta con el respaldo del FMI. Por ahora uno de los temas en discusión ha sido el de la asignación del FODES a las Alcaldías, lo cual ha tenido éxito pues tal parece que estos fondos ya fueron entregados y se han iniciado las negociaciones para la aprobación de los fondos que insistentemente está solicitando el Gobierno.
Lo anteriormente expuesto solo me lleva a repensar el papel que el FMI ha venido jugando en el espectro socio económico y político a nivel mundial y particularmente a nivel latinoamericano, en donde El Salvador alcanza parte de esa cuota. El FMI se presenta en nuestros países como garante de la estabilidad económica del modelo neoliberal que ellos mismos han venido impulsando, sin menoscabo de la búsqueda de recuperación de sus inversiones. Para quienes desconocen el origen y papel del FMI, he aquí algunos datos:
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, son instancias hermanas creadas en 1946, en la ciudad de Bretton Woods, (New Hampshire, Estados Unidos), a partir de las resoluciones derivadas de la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas.
Con la creación del FMI y el BM, un año después del fin de la Segunda Guerra Mundial, se establecieron reglas a la medida de los países aliados, para intermediar las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados del mundo, con el único propósito de poner fin al proteccionismo que imperó durante el período 1914-1945 y a la apertura de una política librecambista, que permitiera la consolidación hacia la paz de los países involucrados en la recién pasada segunda guerra mundial.
Dicho proteccionismo, que tuvo una duración de casi 30 años, permite evidenciar los intereses socio económicos y políticos, que los Estados Unidos y los países aliados, habían propiciado con miras a buscar mejoras en la economía mundial, a partir de la implementación del Sistema Capitalista y el enquistamiento de su teoría económica liberal, cuyo principal objetivo consistió en poner en marcha un “Nuevo Orden Económico Internacional” para dar estabilidad a las transacciones comerciales a través de un sistema monetario internacional, con un tipo de cambio sólido y estable fundado principalmente en el dominio del dólar por sobre las demás monedas.
La creación del FMI y del Banco Mundial permitió la gestión de un nuevo proyecto económico, basado en ese Nuevo Orden Económico Internacional, el cual según datos duraría otros 30 años, (1946-1976). El nuevo proyecto económico fue puesto al servicio de los países inmersos en la reconstrucción de la post guerra y en aquellos países considerados por ellos, como tercermundistas o en vías de desarrollo, en los que poco a poco fueron monitoreando o creando necesidades intereses y problemas, que les permitieran continuar con su estrategia de ampliación y consolidación del Sistema Capitalista.
Si bien el proyecto fue pensado para treinta años, seis años antes del cumplimiento del proyecto, en 1970, estudios económicos realizados principalmente por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), -Hermana del FMI-, con sede en Chile, se fueron presentando datos desalentadores en la recuperación de los empréstitos colocados a nivel de los diversos países; crisis que estaba siendo provocada particularmente por la caída de los precios del petróleo a nivel mundial, lo que obligó a reorientar su política económica, en términos del cambio de modelo y de su implementación en otros países.
En el próximo artículo continuaré describiendo el proyecto económico del FMI y el BM, para nuestros países…