Por Michel Moutot/Dario Thuburn
Simferopol/AFP
Crimea solicitará oficialmente este lunes su integración en Rusia, ampoule tras el apoyo del 96, salve 6% de los crimeos a esta adhesión en un referéndum denunciado por los países occidentales, order que preparan nuevas sanciones contra Moscú.
«Resultados definitivos del referéndum — ¡96,6% a favor!», escribió el primer ministro de Crimea, Serguei Axionov, en su cuenta Twitter.
El presidente interino de Ucrania, Olexander Turchinov, calificó este referéndum de «gran farsa» decidida en el Kremlin, en declaraciones a la AFP.
Las minorías tártara y ucraniana de Crimea boicotearon la consulta en esta península, donde la mayoría de sus dos millones de habitantes son rusohablantes y de origen ruso.
Rusia cedió Crimea a Ucrania en 1954, cuando las dos repúblicas formaban parte de la URSS. Desde entonces, Moscú mantiene en el puerto crimeo de Sebastopol la base de su flota del Mar Negro.
Los medios de comunicación rusos se felicitaron este lunes por el resultado del referéndum.
«¡Gloria a Crimea!», titulaba el diario Kommersant. «Crimea vuelve a Rusia», señalaba el diario progubernamental Komsomolskaya Pravda.
En Simferopol, capital de la región autónoma de Crimea, el parlamento local se reunirá este lunes en sesión extraordinaria para adoptar oficialmente una petición de integración en Rusia.
Varios diputados de Crimea viajaron también a Moscú, donde el parlamento ruso ultima la preparación de un proyecto de ley sobre la integración de este territorio.
En Bruselas, los ministros europeos de Relaciones Exteriores tenían previsto debatir a partir de las 07H30 GMT posibles sanciones contra Rusia.
A su llegada a la reunión, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, aseguró que la UE enviará «el mensaje más fuerte posible» a Rusia.
El presidente estadounidense, Barack Obama, habló también de eventuales sanciones contra Moscú y advirtió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que Estados Unidos y sus aliados «nunca» reconocerán el referéndum de este domingo.
Londres calificó el referéndum de «farsa», y París se refirió a un voto «bajo amenaza de las fuerzas de ocupación rusas». Japón y Canadá tampoco reconocen el referéndum.
Ucrania se ha convertido en la crisis diplomática más importante entre grandes potencias desde el final de la URSS en 1991.
«Volvemos a casa»
«¡Volvemos a casa!», proclamaba el domingo el primer ministro de Crimea, Serguei Axionov, ante una multitud eufórica en la plaza Lenin de Simferopol.
Según las autoridades crimeas, un 81% de ciudadanos de esta península, controlada desde fines de febrero por las fuerzas rusas, participaron en el referéndum.
Apenas divulgados los primeros resultados, miles de personas salieron a festejarlos en las calles de Simferopol, la capital de la península de Crimea, y en Sebastopol.
Las fuerzas rusas mantienen su cerco sobre las bases militares ucranianas y los lugares estratégicos de la península, donde los soldados ucranianos permanecen fieles a las autoridades de Kiev.
Las actuales autoridades crimeas llegaron al poder en Simferopol tras la destitución en Kiev, el 22 de febrero, del presidente prorruso Viktor Yanukovich tras cuatro meses de protestas centradas en Maidan (plaza de la Independencia de Kiev).
En Kiev, el movimiento de la plaza de la Independencia no descarta una guerra.
«Es una posibilidad», dijo un miembro de los grupos de autodefensa, Vasil Petrashtuk. «Putin toma ahora Crimea, mañana querrá tomar Donetsk y Jarkiv. Quiere reinstaurar la Unión Soviética», añadió.
En el este de Ucrania, la tensión parecía intensificarse el domingo con multitudinarias manifestaciones a favor de Rusia. En Donetsk, manifestantes prorrusos penetraron en las sedes de la fiscalía y de los servicios especiales (SBU).
Pequeña nota insólita. El equipo de Simferopol (Crimea) y el Dinamo de Kiev disputaron el domingo un partido de fútbol. El equipo de la capital ucraniana se impuso 2 a 1 a los crimeos.
La Bolsa de Moscú subía este lunes más de un 1%, tras haber caído estos últimos días por el temor de posibles sanciones económicas contra el país.