Copenhague/AFP
Los daneses dijeron «no» a más Europa al rechazar claramente el jueves en referéndum un acercamiento con las políticas de seguridad interior de la UE, por temor a perder su soberanía en materia migratoria.
El primer ministro danés Lars Lokke Rasmussen reconoció por la noche la «neta» victoria del no en el referéndum sobre una mayor participación del reino escandinavo en las políticas europeas en materia de justicia y policía.
«Es un no claro (…). Respeto totalmente la decisión de los daneses», declaró Rasmussen en una conferencia de prensa.
El no, defendido por la extrema izquierda y el Partido del pueblo danés (euroescéptico), obtuvo 53,1% de los sufragios frente a 46,9% por el sí, según resultados definitivos.
Los daneses debían decidir si el país mantenía o no las excepciones en cooperación judicial y asuntos internos que obtuvo en 1992, después del rechazo de Dinamarca al tratado de Maastricht.
Venstre, el partido liberal del primer ministro Lars Løkke Rasmussen, y la principal formación de oposición socialdemócrata defendían el «sí».
«El ‘sí’ es la seguridad porque garantiza que podremos formar parte de (la oficina europea de policía) Europol y podremos cooperar en la lucha contra el crimen», había asegurado Rasmussen.
Los euroescépticos del Partido Popular hicieron campaña por el «no» con el lema «¿Más UE? No gracias».
Este partido xenófobo, segundo en las legislativas de junio, temía que a largo plazo Dinamarca perdiera el control sobre la política migratoria.
Se trata de una preocupación compartida por muchos daneses, preocupados por el sistema de cuotas de repartición de migrantes de la Unión Europea, a pesar de que Dinamarca ha acogido este año muchos menos que Suecia, su vecino.
La consulta coincidió con el debate sobre la inmigración y la amenaza yihadista en Europa y se celebró tres semanas después de los atentados de París, tras los cuales más de 15.000 personas se manifestaron en Copenhague en solidaridad con Francia.
El gobierno ha reducido recientemente a la mitad la ayuda a los demandantes de asilo que no tienen hijos y ha publicado anuncios en la prensa de Líbano para disuadir a los migrantes que vengan a Europa.
«Se trata de escepticismo general contra la UE, de miedo a la burocracia, y lo entiendo muy bien. Pero los daneses votarán sí y aportarán seguridad», había augurado el primer ministro.
Dinamarca entró en la Unión Europea en 1973 pero siempre ha defendido su soberanía y ha sido reticente a algunas de las políticas europeas.
En virtud del tratado de Lisboa, la agencia intergubernametal encargada de la lucha contra el crimen organizado, los tráficos y el terrorismo se convertirá en 2016 en un organismo supranacional subordinado al consejo de ministros europeo encargado de los asuntos de policía y justicia.
Al triunfar el no, Dinamarca se retira del consejo y de Europol, al menos hasta que se realice la negociación de un acuerdo separado. Los expertos consideran que esta negociación puede ser larga y laboriosa y que un acuerdo no garantizará el mismo nivel de cooperación.
El Primer ministro recibirá para este efecto desde el lunes a todos los partidos representados en el parlamento. «Es importante escuchar lo que dicen los partidarios del no», dijo.
«Desde mañana (viernes) el gobierno puede comunicar a los otros países que Dinamarca quiere negociaciones» sobre su participación en Europol, indicó por su lado el líder del Partido del pueblo danés, Kristian Thulesen Dahl.