Reducción Nacionales
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La Asamblea General de la Universidad de El Salvador se pronunció en contra de la reactivación de la minería en El Salvador, esto tras el discurso del presidente Bukele en explotar los recursos.
La casa de estudio sostuvo que la exposición a metales pesados y químicos utilizados en la minería puede causar enfermedades graves, como insuficiencia renal, problemas respiratorios, trastornos neurológicos e incluso cáncer. Los riesgos asociados con la contaminación, los daños a la salud y la degradación ambiental “son reales e innegables, y en muchos casos, irreversibles”, dijo.
“Las actividades mineras, sin importar su escala o tipo, generan impactos ambientales. La preocupación por estos efectos y su potencial amenaza a la salud pública han llevado a El Salvador, a convertirse en el único país del mundo en prohibir la minería metálica”, planteó la Asamblea General en su pronunciamiento.
Justamente, la Ley de Prohibición de la Minería Metálica establece “que las actividades de exploración y explotación de minería metálica, constituyen un atentado a la salud de los habitantes del país, acarrea severos riesgos para el ambiente”, señaló la UES.
La casa de estudios sostuvo que a pesar de las presuntas ventajas económicas; los costos sociales y ambientales asociados con la minería “son extremadamente altos”, en términos requerimientos energéticos, un consumo exorbitante de agua, la deforestación de extensas zonas, y la contaminación residual de suelos, fuentes de agua y aire. Por otra parte, explicó la universidad, en El Salvador, las áreas de potencial minero coinciden con zonas de alta densidad poblacional y recursos hídricos en estado crítico. La extracción de metales demandará de grandes cantidades de agua y la aplicación de sustancias químicas tóxicas, como el cianuro y el arsénico, lo que genera grave riesgo de contaminación de ríos y acuíferos.
“El oro que se puede encontrar en el subsuelo salvadoreño, es en gran medida oro de baja densidad, y por tanto se requiere extraer la roca en la que se encuentra diluido, se necesitaría pulverizar de 10 a 20 toneladas de roca, para obtener en promedio una onza de oro. Esta separación del oro de la roca, requiere también el uso de no menos de 40 m³ de agua por onza de oro, a la cual se agregan varios litros de Arsénico o Cianuro y Mercurio, para solubilizar los átomos de oro y que sean lixiviados (arrastrados en el líquido), para su posterior obtención”, enfatizó la UES.
“Al final del proceso se tiene 10 o más toneladas de material pétreo contaminado, por cada onza de oro. Si se dice que el potencial minero es de 50 millones de onzas de oro en el subsuelo, es fácil calcular que se tendrá también como subproducto, al menos 500 millones de toneladas de desecho contaminado”:
La universidad planteó que, de acuerdo a estudios de la explotación minera, en la zona norte de El Salvador, se extraerán aproximadamente 22 millones de litros de agua (equivalentes a 22,000 metros cúbicos al día) solo para el proceso de lixiviación y más de 164 millones de litros de agua al día (164,000 metros cúbicos) también para el bombeo subterráneo de los canales; esto quiere decir que en la actualidad se estaría dejando de abastecer aproximadamente a 88,000 personas/día.