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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Consideramos un claro retroceso sobre todo en materia vinculada a los derechos humanos de la ciudadanía y en particular de las mujeres”, dijo María Teresa de la RED FEM, en reacción a las últimas declaraciones del presidente Nayib Bukele, sobre la ideología de género.
“Sin embargo, consideramos que esta no es una declaratoria abierta a justificar o autorizar ningún tipo de discriminación o desigualdad, y esto es importante tener en cuenta”, agregó.
En el marco del Día Internacional de las Mujeres, este próximo 8 de marzo, la Red Feminista Frente a la Violencia contra las Mujeres (REDFEM), el Consorcio Feminista y la Resistsencia Feminista, que trabajan en defensa de los derechos de las mujeres y libre acceso a ejercer su ciudadanía, se pronunciaron ante lo que consideran una situación crítica para los derechos de las mujeres en El Salvador.
Griselda Mata, del Consorcio Feminista, dijo que desde el año 2019 han realizado distintas advertencias sobre un intento de “gobernar con la Biblia”. En pleno siglo 21 no se debe permitir que “el discurso religioso” esté sobre las leyes a las que están sujetas las necesidades específicas de las mujeres y de la diversidad sexual, agregó.
“Este 8 de marzo no tenemos nada que celebrar -sino – mucho que lamentar, como este retroceso de quitar información científica y laica en nuestro país. Sólo nos recuerda la postura con lo que ocurrió hace 20 años con el manual de adolescentes para adolescentes, que era un manual importante porque hablaba de género, de la diversidad y la salud sexual y reproductiva”, sostuvo Mata.
Amaranta Portillo, de la Resistencia Feminista, calificó de “alarmante” el desmantelamiento sistemático de la institucionalidad que se dedicaba a la agenda social de las mujeres al referir la débil presencia del Instituo Salvadoreño de Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), que con un bajo presupuesto no podrá abordar las demandas sociales de la población femenina del país.
“La imposición de un régimen de excepción basado en un modelo de seguridad militarizado que impone miedo, la reestructuración territorial basada en un interés electoral más que en el de población, así como el silenciamiento de las fuerzas de contrapeso y disidencia”, lamentó Portillo.
“Además, del retroceso en la inversión de recursos públicos para políticas orientadas a garantizar nuestros derechos. Los presupuestos, año con año han venido en disminución en programas, proyectos y políticas que garantizaban los derechos de las mujeres y este año serán casi nulas”, reiteró Portillo.
Sobre los recientes procesos electorales las organizaciones feministas expresaron que hubo una “alta hostilidad y violencia contra las mujeres” y mucho más, con las que participaron como candidatas a puestos de elección popular, explicó Cecy Rodríguez, de la Consorcio Feminista.
“Enla política se configura un sistema que nos invisibiliza y omite demandas esenciales para más de la mitad de la población que somos las mujeres, entre ellas la erradicación de la violencia, y la igualdad como un asunto de desarrollo”, afirmó.
“Son preocupantes las medidas, los discursos de odio y estigmatización de poblaciones de la diversidad sexual, negándose el acceso a servicios públicos en salud sexual y reproductiva, educación basada en evidencia científica, mientras las grandes demandas de las mujeres y otras población siguen sin resolverse y suman la hostilidad y persecución de mujeres defensoras de derechos humanos”, reiteró Rodríguez.
Otro de los obstáculos que identificaron fue la dificultad de “accceso a la información pública” que es una situación agravante porque carecían de documentos y estadísticas institucionales en el sistema de atención y protección de los derechos de las mujeres salvadoreñas, lo que eleva su vulnerabilidad.
“Sin hablar de porcentajes basta con ir cualquier alcaldía y ver en las Unidades de Género, que son las encargadas de los derechos de la mujer, no tienen ni presupuesto para echar andar proyectos sociales, para dar cumpliemiento a la Ley Especial para una Vida Libre de Violencia para las mujeres”, indicó Griselda Mata.
La REDFEM, el Consorcio Feminista y la Resistsencia Feminista, manifestaron que pese al reiterado “discurso negacionista del problema de las violencias que enfrentan las mujeres”, las cifras de actos de violencia contra las mujeres acumuló un 57% (2023) de estas agresiones y muertes violentas en su mayoría a manos de sus parejas, exparejas y en entornos supuestamente de confianza.
Ante lo anterior, demandaron el “irrestricto respeto a los derechos humanos, para evitar la continuidad de un ambiente de impunidad por graves violaciones a los derechos de las mujeres.
María Teresa Trejo exigió también el “respeto a las libertades democráticas” que incluye la libertad de opinión, la libertad de prensa, la asociación y aceso a la información pública, que por ahora se niega con el argumento de “reserva oficial” y por más de 7 años.
“Rechazamso cualquier amenaza a la desaparición de la institucionalidad para las mujeres como el ISDEMU, unidades especializadas de atención a la violencia contra las mujeres , jurisdicciones especializadas o cualquier otra con responsabilidades en materia de derechos humanos de las mujeres”, manifestó.
“Exigimos el respeto de un Estado laico, en el cual, el servicio público no puede utilizar discursos religiosos para negar derechos humanos fundamentales de la población y hacemos un llamado a la ciudadanía y la comunidad internacional a solidarizarse con las luchas de las mujeres”, puntualizó Trejo.
