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Una vez más los cuatro “dioses” de la Sala de lo Constitucional más uno, decease se han despachado con otra resolución que no solo trastoca el sistema político, sovaldi sino que deja al descubierto sus propias contradicciones y sus preferencias políticas.
Pero, una vez más, “los brillantes” togados de la República o brillan por su ausencia o simplemente se suman al coro de seguidores de la Sala con el cuento de que sus resoluciones son “como la Biblia” y hay que acatarlas.
Aunque, con respecto a la Biblia, la mayoría hacen todo lo contrario. Por ejemplo, la Santa Biblia dice no matarás, y en el país, en lo que va del año han ocurrido más de 2,000 homicidios. El joven Chávez Palacios, antes de descuartizar a su socio o amigo, fue un día antes a escuchar la Santa Misa. Quizá para arrepentirse.
La Biblia dice no robarás, y está por comprobarse judicialmente, que en los cuatro años del partido ARENA, han robado a la nación al despilfarrar sus impuestos y al desviar las donaciones de Taiwán.
Al violar la Biblia, está claro que no solo se comente un pecado, sino que se violan los más grandes derechos humanos, y por lo tanto se comete delito.
Lo mismo hace la Sala de la Constitución, al violar la Constitución, por lo que también comete delito, solo que para ellos eso es permitido.
La más reciente violación y contradicción a la Constitución ha sido al artículo 125 que dice: “Los diputados representan al pueblo entero y no están ligados por ningún mandato imperativo”. No obstante, la resolución de Sala dice todo lo contrario, al obligar a un diputado a responder a los intereses de la fracción legislativa (en el Parlamento) y le prohíbe que se convierta en disidente de su partido.
Lo anterior, además, refleja la más clara incoherencia, en su afán de legislar sobre el sistema político salvadoreño, cuando, por un lado, declaró constitucional las candidaturas independientes, y cuando obligó al voto por rostro.
El voto por rostro, lo que era un atentado a la bandera del partido político, en alguna manera, contradice la sentencia en comento, pues, privilegia los intereses del partido, y no los intereses del pueblo.
Claro, la sentencia de la Sala deja al descubierto su preocupación y su intento a la vez, de evitar las disidencias en el Partido ARENA.
Y es que en las dos últimas legislaciones, el partido ARENA, involucrado en los más sonados casos de corrupción, ha tenido sendos casos de disidencias. Unos renunciaron por su propia voluntad, y otros fueron expulsados.
La Sala quiere evitar esas fugas en el partido ARENA, sobre la base que eso puede garantizar, un oposición férrea al segundo Gobierno del FMLN, y de paso, que se cumpla la amenaza hecha en 2009 por el Alfredo Cristiani: “hacer arder Troya”. ¿Salieron por fin del closet político los cuatro fantásticos?
Pero la pregunta fundamental es ¿Hasta cuando hay que seguir soportando las incoherencias y las inconstitucionalidades de la Sala de lo Constitucional? ¿A caso no habrá otros defensores de la Constitución?
