Una de las herencias de los dos gobiernos del FMLN y que lamentablemente alguna parte de la ciudadanía no reconoce, y los adversarios políticos quieren destruir porque le amenaza el negocio a la mercantilización de la salud, son los Ecos Familiares.
Fue durante el primer gobierno del FMLN, con Mauricio Funes a la cabeza, y las doctoras María Isabel Rodríguez y Violeta Menjívar, como ministra y viceministra, respectivamente, que se inicia una verdadera reforma de salud, y que pese a sus vaivenes, como todo proceso o como toda reforma, ha sido reconocida internacionalmente.
Se trata, como decimos arriba, de los Equipos Comunitarios de Salud, conocidos como los Ecos Familiares, que buscan ser el primer nivel de salud.
Estos Ecos, que según la reforma buscan establecerse en todo el territorio nacional, pero sobre todo, en los lugares más recónditos, tienen la particularidad de ir al seno familiar, contrario a lo que se acostumbra, que deben ser los pacientes o los ciudadanos quienes acudan a las unidades de salud.
Los Ecos buscan llevar la consulta hasta los hogares de los contribuyentes, más con medidas preventivas que curativas, como ha sido hasta hoy el enfoque de salud en El Salvador.
El partido ARENA, que durante dos años ha negado la ratificación de un préstamo de 170 millones de dólares para profundizar la reforma de salud, el cual contempla la construcción de un nuevo y moderno Hospital Rosales, se han quitado la máscara y hoy dicen que podrían aprobar ese préstamo si quitan los 40 millones de dólares contemplados para instalar 33 Ecos más.
Al partido ARENA y a otros diputados de derecha no les interesa que se instaure y funcione un nuevo sistema de salud con enfoque preventivo, y que llegue hasta los hogares, porque el enfoque de ellos es curativo.
A la derecha política salvadoreña le interesa que en El Salvador siempre haya enfermos, porque eso sustenta el sistema mercantilista de salud que hay en El Salvador.
Es necesario y urgente que el Gobierno y el partido de Gobierno inicien toda una campaña informativa de la labor que hacen los Ecos, y del peligro que representa la amenaza arenera de eliminarlos.
Y es que hay que generar conciencia en la población salvadoreña, que debe dar un paso al Frente en la defensa de los Ecos familiares, que es luchar por la defensa de la salud del pueblo.