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París / AFP
Valérie Leroux / Adam Plowright
Los europeos, que buscan mediar en la crisis entre Washington y Teherán, intentan ganar tiempo para que Irán vuelva a cumplir los compromisos del acuerdo sobre su programa nuclear y evitar daños irreparables en una región bajo alta tensión.
«Estamos intentando ganar tiempo, los iraníes también. Debemos lograr que Irán regrese al ‘camino correcto’ a cambio de una medida simbólica estadounidense», dijo a la AFP un responsable europeo bajo condición de anonimato.
Irán, económicamente asfixiado desde que Estados Unidos salió del acuerdo sobre su programa nuclear y le volvió a imponer sanciones en 2018, respondió un año más tarde con una serie de anuncios calculados.
Irán anunció el lunes que empezó a enriquecer uranio a más del 4,5%, por encima del límite fijado en el acuerdo internacional de 2015 sobre su programa nuclear, y amenazó con cruzar una nueva línea roja «de aquí a 60 días».
Teherán está jugando con el reloj, con una obsesión en mente, que Estados Unidos dé marcha atrás en las sanciones.
«Pero el camino que han escogido (violar sus compromisos) podrían forzarnos a tomar un camino que no queremos tomar», señaló un diplomático francés.
Las violaciones iraníes podrían hacer que el tema del nuclear iraní regrese al Consejo de Seguridad de la ONU, con posibles sanciones, que matarían al acuerdo, que ya se tambaleaba con la salida de Estados Unidos.
– «Todos se hablan» –
Los europeos están «en una situación muy incómoda» porque quieren ganar tiempo pero están también «muy molestos de que Irán haya roto el acuerdo», explicó Sanam Vakil, experta del centro de reflexión Chatham House en Londres.
Los tres países europeos que firmaron el pacto -Francia, Alemania y Reino Unido- muestran firmeza pero al mismo tiempo intentan alcanzar una «apertura diplomática» entre Washington y Teherán, añadió..
«Todo el mundo se habla», apuntó el responsable europeo, sin dar más detalles.
Uno de los más activos es el presidente francés Emmanuel Macron. Después de haber intercambiado el sábado con su homólogo iraní Hasan Rohani, habló el lunes con Donald Trump. Su consejero diplomático, Emmanuel Bonne, está en Irán el martes y miércoles.
«Probablemente sea el mejor situado» para actuar, estimó Sanam Vakil, quien señaló que Reino Unido está inmerso en la crisis del Brexit y que la canciller alemana Angela Merkel se ha mantenido muy discreta en este tema.
Los europeos esperan que Teherán respete los términos del acuerdo de Viena, a cambio de un gesto de Estados Unidos sobre las exportaciones de petróleo iraní, actualmente prohibidas bajo pena de sanciones.
– Zona gris –
Donald Trump ya ha hecho excepciones de este tipo, sobre todo sobre la venta a China y a India, grandes clientes de Irán, señaló una fuente diplomática.
Estados Unidos podrían también cerrar los ojos sobre el tráfico ilícito de petróleo, que viola las sanciones. «Pero posiblemente los iraníes no se satisfagan con esto. Quieren un gesto más significativo», añadió esta fuente.
Los iraníes hacen todo por dejar la puerta abierta a las discusiones. «Si no quisiéramos negociar, habríamos salido del acuerdo», afirmó un diplomático iraní.
El riesgo de proliferación sigue contenido por el momento, aseguró París, aunque Israel, que acusó a Irán de querer adquirir armas nucleares, está preocupado por un «desarrollo muy peligroso».
Pero el régimen iraní también ha entablado una lucha de poder con Washington, con consecuencias potencialmente graves.
Destruyó un avión teledirigido estadounidense en junio pasado y los occidentales sospechan que está detrás de varios ataques de petroleros en el Golfo, un lugar estratégico para el tránsito de oro negro.
«Si Irán quiere pelear, será su fin oficial», tuiteó Donald Trump, antes de anunciar que canceló un bombardeo a última hora. Los europeos esperan que ésto sea una muestra de su deseo de dialogar.
