Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Cada 7 de septiembre se celebra el Día de los Farolitos, una tradición religiosa católica y originaria de Ahuachapán. La noche de este jueves, las calles de los municipios de Ahuachapán, Concepción de Ataco, Apaneca, Juayúa, San Francisco Menéndez se iluminaron con cientos de farolitos.
Los farolitos son elaborados por artesanos locales, normalmente inician a prepararlos desde el mes de junio, estos farolitos son elaborados con madera unidos con clavos y forrados con papel celofán de diferentes colores para dar ese pintoresco ambiente.
Es de contextualizar que la Asamblea Legislativa declaró en agosto de 2014 el Día de los Farolitos de Ahuachapán como Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador (PCI).
Esta tradición tiene 150 años de historia. En este año, el lema es “Ahuachapán todos unidos y en familia», con el fin de vivir una celebración que permita recordar la tradición sin dejar de lado actividades litúrgicas y una fiesta sana.
Esta celebración atrajo a cientos de turistas nacionales y extranjeros quienes abarrotaron el municipio. Sus calles fueron iluminadas con cientos de farolitos, música en vivo, gastronomía y ventas de artesanías, entre otros.
Según un estudio por la Casa de la Cultura de Ahuachapán publicado en 2002, señala que los orígenes de esta tradición se remontan desde siglo y medio; según se dice, un terremoto ocurrido en 1850 afectó a varias zonas del país, debido al temor, los pobladores salieron a las calles a dormir alumbrándose con candiles, jacas de jocote y candelas, ya que para ese entonces no había energía eléctrica.
Los ahuachapanecos pidieron protección a la Virgen María, por ello cada 7 de septiembre, fecha en que habría nacido y por coincidir con el terremoto, decidieron hacer una celebración.
El mismo estudio también dice que la tradición pudo haber nacido en Guatemala, ya que Ahuachapán habría pertenecido a Guatemala, donde la patrona es la Virgen María.
Uno por uno, fueron encendidos los miles de farolitos en toda la ciudad de Ahuachapán. Miles de salvadoreños se dieron cita para disfrutar en familia y tomarse alguna fotografía para que quede en el recuerdo.
Alexander Uribe, originario del municipio, dijo que es importante enseñar este tipo de tradiciones a los más pequeños, por ejemplo, su hija, Julissa Martínez, participó como un ángel acompañando a la Virgen María. Ella representó al Centro Escolar Primero de Julio ubicado en esa localidad.
Es de destacar que a la actividad desarrollada por la iglesia católica y la Alcaldía de Ahuachapán se unieron otros instituciones como Bomberos, Cruz Roja Salvadoreña, Policía Nacional Civil para salvaguardar a los asistentes.
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