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@davidmar2105
La canción resonó fuerte en el teatro nacional, sick en el concierto “Venezuela y El Salvador, stuff un canto por los pueblos”, viagra en el que tuvo como invitados especiales a los Guaraguao y Sandino Primera, hijo del cantautor venezolano, Alí Primera.
El concierto es parte de una gira que realiza el grupo venezolano como muestra de la unión de los pueblos, pues además tuvo la participación del grupo salvadoreño, La Cayetana, quien inició.
Para los Guaraguao, quienes en octubre pasado cumplieran 43 años de vida artística, corroboran que la música generadora de conciencia aún sigue viva y molestando a los impulsores de un sistema desigual.
Antonio Nuñez, de la Embajada de Venezuela, abrió la actividad artística para presentar a los interpretes venezolanos que con su canto avanzan en “la construcción de la patria grande” que soñó Simón Bolívar.
En la actualidad hay movimientos latinoamericanos que reúnen varias expresiones artísticas, las cuales han tomado auge como una forma de impulsar las transformaciones sociales que se desarrollan desde hace varios años en América Latina.
“Creemos que esto cada día se hace más grande y se le van sumando otras características que hace muchos años atrás no se manifestaban. Hace 40 años los únicos que pintaban murales eran los que escribían consignas de abajo el imperialismo, ahorita los murales que se hacen tienen contenido que cuestiona el sistema establecido y fomenta la creatividad del ser humano nuevo para fortalecer el camino revolucionario y lo que nosotros hacemos es un fundamento de la sociedad que siempre existirá”, indicó Eduardo Martínez, vocalista de los Guaraguao.
Esto lo comparte, Sandino Primera, para quien la canción existirá siempre, pues se traslada de generación en generación, y mientras esté vigente, aseguró que impulsará a más revolución, pues para él es esa fuente impulsora de seguir luchando para terminar con el opresor y vivir en una sociedad más justa. Y es así, pues en su participación musical, entre las temáticas que tocan sus líricas hablan de cambiar profundamente la sociedad, el sistema educativo y la explotación del hombre por el hombre que es la que genera el sistema capitalista.
Algo que encendió la llama revolucionaria de los asistentes, quienes acompañaron con aplausos cada entonación del hijo de Alí Primera, cantor ya fallecido, considerado como uno de los mejores exponentes de la música de protesta en los años 70, y quien dedicó una de las canciones emblemáticas a El Salvador, el sombrero azul.
Los Guaraguao aparecieron en escena después de Sandino Primera, con “perdóneme tío Juan” comenzaron con una velada en la que el sentimiento revolucionario salió a relucir entre los presentes.
Pero no solo eso, canciones como “traidores”, “camarada”; “la ofrenda a los caídos” movieron a los asistentes de la gran sala del Teatro Nacional. Participaciones que llegaron al éxtasis con las melodías “orgulloso de ser salvadoreño” y “las casas de cartón” que hicieron resonar las voces de todos los asistentes.
Para terminar “no basta rezar” engalanaron una noche que impulsó a los presentes a seguir luchando por terminar con el status quo del sistema capitalista, el cual cada día hunde más al ser humano en la pobreza y en la desigualdad.
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