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Los hechos de 1932 serán esclarecidos con una “Comisión de la Verdad”

Iván Escobar
Colaborador
@DiarioCoLatino

“Se necesita una Comisión de la Verdad de 1932, es necesario crearla para que investigue estos hechos”, expresó Daniel Flores y Ascencio, cineasta salvadoreño, y quien hace 16 años también llevó este mensaje en nombre de la comunidad indígena salvadoreña ante el seno de las Naciones Unidas. Izalco, en el departamento de Sonsonate, fue una de las poblaciones del occidente del país más afectada durante el genocidio perpetrado por la dictadura del General Maximiliano Hernández Martínez.

En esta ocasión, Flores hizo su llamado en su tierra natal, en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, celebrado en una universidad privada en San Salvador, ante estudiantes universitarios y de bachillerato, a quienes les animó a buscar la verdad, y reafirmar su identidad, así como trabajar día a día por la reivindicación de los derechos de las poblaciones originarias que en pleno siglo XXI continúan sufriendo marginación, exclusión y pobreza.

Flores llamó a las nuevas generaciones a asumir el rol protagónico para la búsqueda de la verdad, y preservación de la memoria histórica, y romper con el ciclo de desinformación y revictimización de las poblaciones indígenas.

Este 2023 se cumplieron 91 años de la masacre indígena de 1932, razón por la cual Flores considera que se debe avanzar en una investigación a fondo. “Se requiere de voluntad política del Estado para resolver el conflicto de la tierra y los problemas que padecen los pueblos indígenas”, remarcó.

Flores y Ascencio ve con preocupación que el tiempo pasa, que los últimos testigos de la masacre están partiendo, y los hechos que si bien ahora se conocen, pueden pasar al olvido como tantas violaciones a los derechos que han sufrido a lo largo de la historia las poblaciones indígenas.

También recordó que las poblaciones indígenas nunca han sido punto de interés para la clase política del país, menos del Estado, y un ejemplo de ello fue la exclusión que padecieron cuando se firmaron los Acuerdos de Paz, en 1992, cuando finalizó el conflicto armado. “No fueron tomados en cuenta”, lamenta Flores. Cabe destacar que uno de los factores de la guerra en El Salvador fue las constantes violaciones de derechos humanos desde el Estado, y la falta de tierra para las grandes mayorías de la población. Desde 1885 cuando el Estado promovió la expropiación de las tierras ejidales y comunales, dejaron en extrema pobreza a grandes grupos poblacionales, principalmente en la zona rural del territorio, un problema que a la fecha no se logra solventar.

Ya se había pedido esclarecimiento de los hechos

Si bien cada enero, cuando se conmemora la masacre, y en los últimos años, la voz de denuncia y exigencia de reparación de justicia se ha venido escuchando, poco o nada se ha logrado avanzar.

Comunidades organizadas indígenas de la zona de occidente han pedido investigaciones desde las instituciones del Estado, pero los avances han sido pocos. Flores recordó que la Fundación José Feliciano Ama (FAMA) presentó a través de él, un escrito en abril de 2008, en la Séptima Sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas para la Cuestión Indígena, en Nueva York, Estados Unidos, el cual era producto de un gran acuerdo de la comunidad indígena, tomado en 2007, que integró un equipo de investigación de los hechos.

“Vengo de uno de los países más deforestados de las Américas, que sufre de una violencia estructural profunda, una corrupción endémica, la falta de justicia y el dolor de una realidad de posguerra, el cual se llama El Salvador, allí donde ser joven es amenaza y ser indio un crimen”, así se presentaba Daniel, en el escrito presentado ante uno de los escenarios mundiales, como era las Naciones Unidas, donde el tema de 1932 fue planteado.

“…desde 1932 el pueblo indígena se ha refugiado en el silencio, la negación y en la desconfianza, viviendo exiliado, fuera y dentro de nuestra propia tierra”, contextualizaba el texto peticionario.

Y remarcaba que “ahora, nuestros abuelos nos han regresado la confianza, han hablado y nos han contado lo que pasó en 1932 y, nos han legado, heredándonos la palabra y exigiendo que se conozca la verdad…FAMA ha venido realizando un homenaje a las víctimas…y en 2007 en el marco del 75 aniversario del genocidio, crea con el mandato del Gran Brujo y Guía Espiritual Don Juan Ama Patino, una comisión independiente por el esclarecimiento de la verdad sobre el 32´, la cual queda constituida por 7 miembros”, informaba en aquella oportunidad, el documentalista y director de la película “AMA, la memoria del tiempo”. David Masin, Salvador Menéndez Leal, Concepción Sucedo, Alonso García, Juliana Ama, Benjamin Cuellar, Robin Delugan eran los integrantes de dicha comisión, de acuerdo a un artículo publicado en Diario Co Latino, el 25 de enero de 2007, como registro del acuerdo del “Foro Internacional Sobre el Genocidio y la Verdad. El Salvador 1932”, celebrado en Izalco, en enero de ese año.

Este 2023 Daniel levanta una vez más su voz, en respaldo a la raíz de su gente, a lucha ancestral y las víctimas que sufrieron el genocidio.

“Manifestamos que seguiremos respaldando el trabajo de la Comisión de la Verdad y seguir en el futuro, conmemorando cada 22 de enero el genocidio de 1932, hasta que la verdad sea esclarecida”, expresaba FAMA, en 2008.

 

Aquella comisión fue integrada por “notables” nacionales y extranjeros, precisaba la publicación periodística, y era “apolítica y plural”. 16 años después, Flores y Ascencio considera que la deuda continúa, por ello, es urgente crear la comisión que dé continuidad al trabajo investigativo sobre estos hechos, concluyó.

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