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Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
El sacerdote Jorge Alvarenga, del Seminario San José de la Montaña, presidió la eucaristía de este domingo en la cripta de Catedral Metropolitana, dando gracias a Dios por la vida que él les ha confiado. También por la semana que recién inicia para todos los salvadoreños.
Asimismo, recordó a monseñor Oscar Arnulfo Romero por sus aportes a la sociedad salvadoreña y su lucha intachable por defender los derechos del pueblo. El religioso señaló los importantes compromisos que tuvo monseñor Oscar Romero en su lucha para que miles de salvadoreños fueran escuchados. Actualmente, la esencia la siguen manteniendo, sostuvo.
En esta oportunidad, el sacerdote Alvarenga oró por el proceso de beatificación del padre Rutilio Grande que viene a llenar de alegría las comunidades, reafirmando que el compromiso de ellos, que ha sido una entrega total por la causa del evangelio, “que esto nos anime a seguir luchando por la construcción del Reino de Dios acá en nuestro cotidiano vivir por ellos”.
También oró por la comunidad para que siguiendo el legado de Jesucristo y el camino de san Romero de América se mantenga el firme compromiso del evangelio: “Denunciando el pecado estructural que tanto daño ha hecho y sigue haciendo en los pueblos salvadoreños”, dijo el religioso.
Siguiendo con las oraciones se refirió por todos los enfermos del mundo, y principalmente por las personas que perdieron la vida a causa de la pandemia. Así también por la pandemia del hambre que viven a diario miles de niños alrededor del mundo y deja un saldo de fallecidos alrededor de 4,500 personas diarias según la FAO. Para que a los que padecen de hambre, tenga algo que llevar su estómago y tengan una recuperación inmediata.
Para que en el tiempo de crisis haya una reflexión en El Salvador que en la actualidad se ven reflejados por intereses particulares y mezquinos de falsos mesías. Para que la justicia, seguridad, sensatez y prudencia sean los mandamientos necesarios para que en los actuales servidores públicos prevalezca el bien común, sobre todo. También, por las miles de personas que fueron cesados de su cargo en las diferentes instancias públicas y privadas, clausurando o suprimiendo sus plazas sin ninguna razón alguna, para que encuentren el amparo necesario y recuperar sus fuentes de ingreso a la brevedad posible, ya que son muchas las familias que se han quedado sin el sustento del diario vivir.
Por las víctimas del conflicto armado que siguen buscando justicia, “hemos visto como se les ha negado la información de los archivos de El Mozote, la masacre de los estudiantes del 30 de julio, el Calabozo y otras más, encubriendo crímenes de lesa humanidad por parte del aparato de Estado. La sangre de estos inocentes clava justicia, y hacemos una petición para se establezca la persona y en estos hechos acaecidos no queden en la impunidad y no vuelvan a repetirse”.
