Renán Alcides Orellana
A escasos meses para las elecciones de 2015, patient los salvadoreños -sin haber votado- ya saben quienes serán algunos diputados de sus respectivas comprensiones. Ya fueron “electos” por las cúpulas partidarias, cialis y sólo falta que el pueblo los ratifique, unhealthy “votando” por ellos. Son los imprescindibles…
Fueron reelectos -reenganchados- sin condición alguna ¿Y cómo no, si se han ganado el derecho a la reelección por su invaluable servicio (¿?) a la Patria…? Nunca por compromiso partidario, amistad o compadrazgo. No puede negarse que ellos lo son todo. Sin ellos la Nación sucumbe. Sin ellos, el país puede caer en: falta de transparencia, corrupción, endeudamiento, baja inversión, desempleo, más violencia… y, lo peor, que desaparezca el -su- sistema de libertades (¿?)… (disculpe el lector los dejos de ironía, pero ante hechos consumados al pueblo no le queda de otra).
Los imprescindibles -exclusivos del sistema de renovación de la derecha- son tan de veras imprescindibles que, por eso, en algunos su ejercicio diputadil “ya peina algunas canas”. Son los de la vieja guardia que tienen asegurado su cargo, de manera vitalicia. Electos por los dirigentes partidarios, aunque quisieran no pueden declinar. Deben aceptar el reenganche, porque si no, peligra el futuro de la Patria… Hoy son protagonistas de un sistema de “apertura y renovación partidaria”, que invita a participar a nuevos aspirantes. Pero, los imprescindibles saben que el tradicional “candado de protección reelectora”, les favorece, porque: primero ellos, segundo ellos, tercero ellos… y así, seguramente, para los nuevos no habrá nada. Sólo tal vez una que otra placita, para que no digan. Los “nuevos” serán candidatos sin oportunidad, salvo que el pueblo elector piense diferente… y haga buen uso del sistema de votación por fotografía.
Caso emblemático, en cuanto a los candidatos a alcalde, es el de Santa Tecla: dos jóvenes aspirantes (Aguilar y Fuentes) se retiraron al sólo llegar. “A tiempo” descubrieron la jugada mediática de aparentar competencia, cuando “los dados estaban cargados a favor de Roberto d´Aubuisson”. Esas fueron sus justificaciones, que el pueblo las consideró valientes. Prefirieron el retiro anticipado, antes que hacerle el juego a un proceso de apertura y renovación que consideran “falso y viciado”. La autoproclamación en la alcaldía de San Salvador, es otro ejemplo. “Alea iacta est” (La suerte está echada) dijo Julio César al pasar el Rubicón, contrariado ante una negativa del Senado. Aquí y ahora, los electores, inevitablemente resignados, parecen decir lo mismo cuando ven que ya nada se puede hacer, ante la anticipada “elección” -imposición- de los imprescindibles. Sólo queda confiar, dicen, que nunca más: diputados dirigiendo mal las sesiones plenarias, a causa de nocivos medicamentos gripales; ebriedad en la vía pública con disparos contra agentes policiales; cobros indebidos de viáticos sin viajar… también los viajes innecesarios con altos viáticos (México, Cancún, Sur América, Finlandia, Suecia, Estados Unidos, Rumania…), salvo cuando haya justificado interés para el país y que, al regreso, informen lo positivo del viaje. No bastará que sólo le “informen” (¿?) a la Directiva, ella no costea esos viajes, los costea el pueblo con sus impuestos… Ese es el panorama nacional, cuando en el horizonte ya hay señales electoreras, para marzo 2015. También, la expectación por algunas candidaturas, especialmente por los imprescindibles, por los nuevos aspirantes y también por los “nuevos rostros” de lejanas edades. En todo caso, otra interesante experiencia electoral, ojalá que para bien del país…
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PUNTO y APARTE. Los días pasan y del ex presidente Francisco Flores y su séquito de saquitos, ninguna noticia. Hoy silencio total, mañana olvido total… ¿Será). (RAO).