Porto Velho / Río de Janeiro / AFP
Jordi Miró / con Jorge Svartzman
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, condicionó el martes la ayuda del G7 para combatir los incendios en la selva amazónica a que el presidente francés, Emmanuel Macron, retire sus «insultos», por declaraciones que cuestionaron la capacidad del país de preservar esa zona esencial para el planeta.
Las posturas de Bolsonaro en materia ambiental, que ya llevaron a la paralización del Fondo Amazonía financiado por Noruega y Alemania, preocupan a los gobernadores de la región, que instaron al mandatario de ultraderecha a aceptar la ayuda para combatir los fuegos que desde hace varias semanas se multiplican en la zona.
«Primero el señor Macron debe retirar los insultos que hizo contra mi persona. Primero me llamó mentiroso» y luego, sostuvo, «que nuestra soberanía en la Amazonía es una cuestión abierta», afirmó Bolsonaro a periodistas que lo interrogaron sobre el anuncio de su principal ministro de rechazar la ayuda del G7 de 20 millones de dólares para combatir los incendios.
La recusación de la ayuda del G7 preocupó a los nueve gobernadores de los estados amazónicos de Brasil -la mayoría de ellos de partidos de derecha o centroderecha, dos de ellos incluso del partido de Bolsonaro-, que instaron al mandatario a flexibilizar su posición en una reunión en Brasilia.
«Necesitamos apoyo internacional e institucional y toda ayuda será bienvenida», dijo Wilson Lima, gobernador del estado Amazonas (Partido Social Cristiano). El gobernador de Pará, Helder Barbalho (MDB, un partido de caudillos regionales), destacó la importancia del Fondo Amazonía.
«Los extremismos no son adecuados para enfrentar una temática compleja como la del medio ambiente», señaló por su lado el gobernador de Maranhao, Flavio Dino, del opositor Partido Comunista de Brasil, PCdoB.
La tensión con Francia, que amenaza un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, contrasta con los elogios que Bolsonaro recogió de su aliado estadounidense Donald Trump.
Bolsonaro «está trabajando muy duro en los incendios en la Amazonía y en todos los aspectos está haciendo un gran trabajo por la gente de Brasil», tuiteó Trump (@realDonaldTrump).
En Bolivia, donde los incendios también afectan la porción de su territorio en la Amazonía, el presidente de izquierda Evo Morales saludó la ayuda del G7, aunque calificó el aporte de «pequeñísimo».
– Cuestión de soberanía –
Macron se interrogó el lunes sobre la oportunidad de conferir un «estatuto internacional» a la selva amazónica, en caso de que «un estado soberano tomase de manera concreta medidas claramente contrarias al interés de todo el planeta».
La presidencia francesa había afirmado previamente que Bolsonaro «mintió» cuando se comprometió a respetar los compromisos de lucha contra el cambio climático.
La tensión bilateral tomó dimensiones personales, cuando Bolsonaro hizo el fin de semana un comentario en Facebook que terminaba con una risotada a un mensaje injurioso contra Brigitte Macron, primera dama de Francia. Macron calificó los comentarios de «extraordinariamente irrespetuosos».
«No humilles, hombre, ja ja», había escrito Bolsonaro, quien al ser interrogado este martes por periodistas negó cualquier mala intención.
«Yo no puse esa foto de su mujer. Alguien la puso y yo le dije que no hiciera tonterías», dijo Bolsonaro, quien sin embargo puso fin abrupto a la entrevista cuando los reporteros insistieron en pedirle explicaciones sobre la carcajada.
El escritor brasileño Paulo Coelho pidió disculpas en francés, en un video colgado en Twitter, por lo que llamó la «histeria de Bolsonaro respecto a Francia, el presidente de Francia y su esposa».
«Mientras arde la Amazonía, no tienen ningún argumento y solo insultan, niegan, dicen cualquier cosa para evitar asumir su responsabilidad», afirmó el autor, en alusión a los dirigentes brasileños.
– Más incendios –
Los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Brasileñas (INPE) contabilizan 82.285 puntos de incendio desde enero hasta el lunes 26 de agosto a las 18H00 GMT, un 51,9% en la selva amazónica.
La cifra total marca un aumento de 1.650 focos de fuego respecto a la víspera y representa un incremento de 80% respecto al mismo periodo de 2018.
Brasil había desplegado hasta el lunes 2.500 militares, cientos de vehículos y quince aeronaves, entre ellas dos aviones cisterna Hércules C-130, para controlar las llamas.
En el estado Rondonia, uno de los más afectados por los fuegos y las humaredas, la situación daba señales de mejora después de algunas lluvias en los últimos días.
En la ruta entre Porto Velho, la capital de Rondonia, y Abuná, un pequeño pueblo de casas bajas en la frontera con Bolivia, ya no se ven llamas, pero sí mucha tierra quemada y árboles solitarios en medio de áreas deforestadas.
«Ahora la situación de las quemadas mejoró, porque llovió varias veces en los últimos días», explica Sandra Mara, dueña de una heladería en Abuná.
Mara expone la complejidad de la situación para los pobladores: «La gente compra terreno para alimentar al ganado. Es un gran problema. No sé cuál es la solución», reflexiona.
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