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La luz verde a la nueva reforma en el juego ha provocado un descenso en los beneficios obtenidos por la industria
El sector del juego dispone de una presencia importante en la economía española. No obstante, a raíz de la deliberación y posterior aprobación de la nueva reforma legal sobre la industria de los casinos y apuestas, los ingresos han sufrido un ligero descenso.
Tras un primer trimestre en el que la recuperación con respecto al año pasado parecía augurar resultados positivos, lo cierto es que el segundo trimestre también ha arrojado caídas interanuales, dentro del contexto legal marcado por una nueva ley del juego.
La importancia cada vez mayor del juego en las diferentes economías ha llevado al Ejecutivo de España a una reforma de la regulación de los casinos y locales de juego, ejemplo que han seguido otros gobiernos en diversos puntos del mundo, con especial énfasis en Latinoamérica.
El juego ha sido uno de los principales sectores damnificados con la llegada del Covid-19. El cierre de establecimientos no esenciales azotó los casinos, locales de juego y casas de apuestas que se vieron abocadas a echar la persiana.
La fuerte reducción de los ingresos llevó a la industria a buscar nuevas vías de negocio y las encontró, con gran éxito, en el ámbito digital. De este modo, comenzaron a proliferar numerosas plataformas de juego online que ofrecían los mismos servicios que los casinos físicos desde la comodidad de su propio salón.
En la actualidad, son numerosos los usuarios que prefieren optar por el juego en línea frente al tradicional. Si quiere probar suerte en la ruleta en vivo o disputar un intenso torneo de poker desde su casa, con todos los beneficios que ofrecen los casinos online como los bonos de bienvenida, entre en Internet y encuentre reseñas de los casinos en línea disponibles actualmente para descubrir las mejores ofertas en premios y recompensas de los casinos online más fiables de la web.
Descenso de los ingresos del juego en el primer y segundo trimestre de 2022
El primer trimestre de 2022 se tradujo en una caída interanual del 14,83 % en los ingresos brutos de juego (GGR), con una recaudación de 204,4 millones de euros (215,17 millones de dólares estadounidenses). Tal y como muestran los datos recogidos por la Dirección General y Ordenación del Juego (DGOJ), en cuanto al segundo trimestre, el total de los ingresos fue de 203,9 millones de euros (207,36 millones de dólares), lo que significa una disminución del 5,5% con respecto al mismo trimestre del año pasado.
Todos estos descensos significativos de ingresos se han producido dentro del marco legal aprobado recientemente de la nueva ley del juego aprobada por el Senado. La regulación normativa tiene como objetivos principales la protección de los colectivos vulnerables frente al juego, la mayor “responsabilidad social” en la publicidad de los operadores de juego -quedando prohibida aquella publicidad que inciten a actitudes o comportamientos antisociales o violentos o discriminatorios de cualquier forma, así como aquellas que promulguen comportamientos humillantes o denigratorios-, así como potenciar el control sobre la manipulación de competiciones deportivas así como el fraude en las apuestas.
Toda esta reforma ha sido posible gracias a la intervención del Servicio de Investigación Global del Mercado de Apuestas (Sigma), que, a su vez, amplía la protección de los jugadores en riesgo o la prevención de la adicción.
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