JOSÉ GUILLERMO MÁRTIR HIDALGO
Williams Meyers, ex publicista y periodista estadounidense, especializado en temas de publicidad y colaborador de prestigiosos medios de prensa, en su obra “Los creadores de imagen: poder y persuasión en Madison Avenue”, dice que, en la actualidad, los propagandistas nos dictan que comer, que refrescos o cervezas beber, que cigarrillos fumar, que automóviles conducir y qué presidente elegir1. Estos se apoyan en investigaciones que identifican la vulnerabilidad de cada segmento de población, con lo cual, apretando el botón adecuado, llámese explotación emocional, puede lograrse una psico venta.
PROPAGANDA
Edward Bernays, publicista, periodista e inventor de la teoría de la propaganda y las relaciones públicas, fue un judío de nacionalidad austríaca y sobrino de Sigmund Freud. Su libro más célebre se titula “Propaganda”, publicado en mil novecientos veintiocho2. Estima que la manipulación, consciente e inteligente de hábitos y opiniones, es un elemento importante de la sociedad democrática. Quienes manipulan, constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder.
Nosotros no somos conscientes de esos gobernantes invisibles en el funcionamiento de nuestra vida en grupo, en teoría, cada ciudadano toma decisiones sobre cuestiones públicas y asuntos que conciernen a su conducta privada. En la práctica, el gobierno invisible filtra datos y resalta los asuntos más destacados. Y nuestra elección queda reducida a razones tuteladas.
El objetivo de Bernays con este libro es, describir la estructura del mecanismo que controla la mente pública y explicar cómo la manipula el operador, que trata de recabar la aceptación del público para una determinada idea y artículo de consumo. Bernays señala que, el poder económico tiende a arrastrar tras de él al poder político. Ese poder paso de manos del rey y la aristocracia a la burguesía. El sufragio y la escolarización universal reforzaron esta tendencia. La burguesía empezó a temer al pueblo llano, ya que las masas prometían convertirse en rey. La minoría ha descubierto que, influir en las mayorías puede serle de gran ayuda.
Es posible moldear la mente de las masas y administrar su poder en la dirección deseada por el gobierno invisible. La propaganda moderna es, un intento consecuente y duradero de crear y dar forma a los acontecimientos, con el objetivo de influir sobre las relaciones del público con una empresa, una idea y un grupo. Los sucesores de los soberanos, los líderes que alcanzan el poder, tienen que lograr la aprobación de las masas, por lo que recurren a la propaganda. Grupos pequeños de personas, pueden y logran hacernos pensar a los demás lo que les antoja sobre un tema determinado. Muchos de estos líderes son, a su vez, liderados por personas cuyos nombres apenas se conocen. El poder de quienes mueven los hilos sin ser vistos es evidente, estos soberanos invisibles controlan los destinos de millones de personas.
El político de talento y sincero, es capaz de moldear y formar la opinión de la gente, sirviéndose de la propaganda como instrumento. Por tanto, una campaña política debería elaborarse en acomodo a unos planteamientos generales básicos: programas electorales, ideas centrales, promesas, presupuestos, actividades y la personalidad. En la elaboración del programa, el propagandista debería recomendar un análisis del público, tan científico como sea posible. Primera cuestión que debe decidirse es, la cantidad de dinero que hay que reunir para la campaña. Segunda cuestión de importancia es, la manera más apropiada de reunir dinero.
Las emociones son el medio por las cuales se llama la atención al público. Estas deben figurar en el plan general de la campaña. La política de hoy en día, pone énfasis en la personalidad. Un candidato encantador, es la piedra filosofal que puede trasferir un programa electoral, en impulso de oro contado en voto. Los medios que permiten llevar una campaña política a los hogares de la gente son numerosos, el propagandista no puede perder de vista los valores relativos de los distintos instrumentos de propaganda y su relación con las masas.
Un gobierno también puede venderse en una comunidad, como puede venderse cualquier otro bien de consumo. Los actos públicos del jefe del ejecutivo, deben representar y poner en escena al hombre en su función de delegado del pueblo. Por lo que un líder político debería estar formado en técnicas de propaganda, economía política e instrucción cívica.
Por otro lado, Las fábricas, para asegurarse una demanda constante, deben mantenerse en contacto permanente con el gran público, mediante anuncios y propaganda. Las mujeres estadounidenses, ocupan hoy un lugar importante en política. La efectividad de las organizaciones femeninas se debe, a la formación de una clase profesional y al tránsito de las actividades propias en tiempos de paz, después de la Primera Guerra Mundial, de mujeres destacadas que saben incorporar y dar empleo a las armas de persuasión más modernas. Un educador debería mantener una relación sana y bien definida con el público general, por lo que tiene derecho a llevar una propaganda bien definida. Primordialmente, la universidad debe ganarse el favor del público. Los trabajadores sociales, como líderes de obras de beneficencia, fueron los primeros en servirse conscientemente, de la propaganda en el sentido moderno del término. La propaganda desempeña un papel crucial en la educación artística del público, esta puede cumplir un papel en la identificación de lo que es bello y lo que no lo es. El museo es la que más sufre, cuando no logra una propaganda efectiva.
Existen numerosos medios de comunicación alternativos y la propaganda, incluye a todos los medios de que dispone la gente para comunicarse y transmitir ideas. Otro instrumento de propagada es, la personalidad y el público reclama, instintivamente, personalidades que simbolicen corporaciones y empresas. El propagandista debe ocuparse de la personalidad, como lo haría de cualquier otro dato objetivo de su incumbencia.
ESTRATEGIA DE SEGURIDAD
El Coordinador del Equipo Impulsor Nacional del Acuerdo de Escazú, acuerdo regional sobre el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe, César Artiga, menciona que Nayib Bukele es un propagandista de profesión. Es muy hábil colocando mensajes, creando narrativas y tendencias sobre temas que él quiere despuntar y obligar que apoyen su punto de vista3.
El tema de la estrategia de seguridad, es la punta de lanza de su candidatura para reelegirse como presidente de manera ilegal. Bukele ha hecho creer que el costo de vivir sin pandillas es limitando los derechos humanos. El régimen de excepción, estrategia de seguridad del gobierno salvadoreño, solo puede ser exportable o acogido en un país donde la cultura democrática y cívica es muy baja. Pues en el país no hay democracia, no hay derechos humanos, ni estado de derecho. Aparte de que todo el poder se encuentra concentrado en su persona.
José Miguel Cruz, politólogo salvadoreño de la Universidad Internacional de Florida, califica que el modelo de seguridad de Bukele es “esencialmente autoritario”. Promulga la eliminación de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como forma de obtener seguridad. Piensa que, poniendo a miles de jóvenes y pandilleros en las cárceles, no elimina el problema de seguridad, más bien, la oculta. Revela que el modelo es insostenible a mediano y largo plazo, porque no se han atendido los problemas sociales que dan lugar a las pandillas y a la violencia juvenil en El Salvador.
La vocera de Washington Office on Latin América, Ana María Méndez, califica la política de seguridad del presidente salvadoreño de “populismo punitivo”4. Este se basa en apología a la violencia y al castigo. Ya que declaraciones del ejecutivo hacen dudar de la existencia de una estrategia de reinserción social.
Para el sociólogo y politólogo salvadoreño, Álvaro Artiga, el régimen de excepción tiene fines políticos y no de seguridad. Esta política de seguridad esta centrada en grupos de poblaciones de bajos ingresos. Y el combate a la corrupción no pareciera tener prioridad.
(Endnotes)
1. Meyers, William (1987). Los Creadores de Imagen: poder y persuasión en Madison Avenue. Barcelona: Editorial Planeta.
2. Bernays, Edward (2008). PROPAGANDA. Barcelona: Editorial Melusina.
3. Deutsche Welle. ¿Es la mano dura de Nayib Bukele estrategia o propaganda? En: https://www.dw.com/es/es-la-
4. Deutsche Welle. La estrategia de seguridad de Nayib Bukele hace “apología a la violencia”. En: https://www.dw.com/es/el-