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El Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén informó el pasado lunes de los logros durante su gobierno en el presente año, y de los dos gobiernos del FMLN a partir de junio de 2009.
Y ciertamente que los logros son muchos, lo que denota que El Salvador ha cambiado bastante desde que el FMLN asumió en la primera magistratura de la nación.
Algunos de los logros tienen la marca especial de provenir de un gobierno de izquierda, es decir, no se podría lograr con un gobierno de derechas. Por ejemplo, el empeño puesto para reducir la pobreza. Hoy la pobreza en El Salvador es del 29 % de la población, un porcentaje alto aún, por supuesto, pero disminuirla de un 40 % que tenía en los gobiernos de derecha es bastante. Pero lo más importante es que se ha reducido en un 50 % la pobreza extrema. Esto es aplaudible.
El Presidente Sánchez Cerén informó que en los dos periodos de gobierno del FMLN, 450 mil personas han salido de la extrema pobreza. La apuesta debe ser que en el próximo quinquenio se tenga la meta de erradicar el 50 % de la extrema pobreza. Esto se logra solo con la continuidad de un gobierno de izquierdas, pues los de derecha tienen otras prioridades. Esto debe tenerlo presente el pueblo el próximo 3 de febrero, pues se trata de avanzar, y no de aventurarse.
El Presidente citó que la Fundación Hanns Seidel ubica a El Salvador como uno de los países más equitativos y con los más bajos niveles de desigualdad de Latinoamérica. Esto solo se puede explicar con un Gobierno que le apueste a todas las áreas del desarrollo en lo económico y lo social.
En lo social, por ejemplo, el 50 % del Presupuesto General de la Nación está destinado a esta área. Eso explica porqué 300 mil personas accedieron al agua potable en los dos gobiernos de izquierda, que 200 mil gocen de una conexión de energía eléctrica.
Este espacio es demasiado chico para enumerar los logros del Presidente Salvador Sánchez Cerén, de los dos gobiernos del FMLN, pero con lo anterior y los paquetes escolares es suficiente para explicar los cambios que está viviendo el país, y que corren el peligro de estancarse o retroceder.
