Angélica Ferrer/Sputnik
«Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero, y mi palabra es la ley» es una frase que aparece con frecuencia en las cantinas y fiestas de México. Esta fue ideada por el compositor mexicano José Alfredo Jiménez que, aún a 50 años de su muerte, sigue vigente en el cancionero popular no solo de la nación latinoamericana, sino del mundo.
Parte de este éxito está en los temas que el autor de Serenata huasteca abordaba en sus canciones, explica en entrevista para Sputnik el etnomusicólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Camilo Camacho Jurado.
«José Alfredo Jiménez es, sin duda, una figura emblemática, especialmente en la música popular porque fue un compositor que logró adaptar los sentimientos [de los mexicanos] en el contexto que le tocó vivir», comenta.
En sus letras, el oriundo de Dolores Hidalgo, Guanajuato, en la zona centro de México, habla sobre la idiosincrasia de la población y la migración del campo a la ciudad, que fue muy común entre las décadas de 1950 y 1960. Estas fueron expuestas en géneros como el huapango o el corrido, lo que ayudó a que su música pudiera pervivir.
«Es común escuchar que, cuando se habla de José Alfredo, se le menciona como nuestro filósofo, poeta y músico, esto porque parece ser que sus letras tienen mucho de filosofía, es decir, de cómo vemos y asumimos la vida desde nuestra geografía e identidad mexicana», puntualiza Camacho Jurado.
En este sentido, la doctora en letras hispánicas Paloma Jiménez Gálvez asevera en una charla para este medio que el legado no solo perdura en la música, sino en el cine, esto a través de filmes como Caminos de Guanajuato, Guitarras de medianoche y Juana Gallo, por nombrar algunos.
«Tenemos un espectro muy amplio con la figura de José Alfredo, lo que nos permite ver que es un espejo de nuestra identidad, el cual ha perdurado a lo largo de más de 50 años (…). Ha llegado a España, a América Latina, a Estados Unidos, donde hay una gran comunidad migrante que sigue transmitiendo su legado a más generaciones», explica.
La también hija del artista mexicano indica que, cada trabajo de su padre, tiene como eje conductual el amor. «Sus letras nos hablan del amor y desamor constantemente. Pienso que, por eso, estará vigente siempre, porque la emoción está presente entre nosotros», agrega.
Las versiones más famosas de ‘El rey’
Karla Rebbeca Jiménez, nieta del compositor guanajuatense, reveló en un video publicado en YouTube que hay 241 melodías registradas por el artista, quien fue pieza angular para el reconocimiento de la música popular mexicana a lo largo del planeta.
La calidad de sus obras es indiscutible. Diversos analistas han destacado su excepcional lírica y la manera en que, con ayuda del músico y arreglista Rubén Fuentes, catapultó parte de la identidad de la población del país latinoamericano.
De acuerdo con el sitio web Second Hand Songs, hay cientos de versiones de las canciones de Jiménez, siendo El rey el tema favorito de los artistas y agrupaciones tanto mexicanas como de otras naciones.
Entre las más conocidas, destacan las interpretadas por su amiga, la también cantautora costarricense, nacionalizada mexicana, Chavela Vargas; Vicente Fernández; Joaquín Sabina (quien incluso hace mención del autor de Si nos dejan en la canción Por el bulevar de los sueños rotos) y Luis Miguel quien, en su video de La media vuelta, congrega a grandes figuras como Carlos Monsiváis, Juan Gabriel, Lola Beltrán y a José Alfredo Jiménez hijo.
Para Jiménez Gálvez, algunas de las mejores versiones son las que se han hecho al ritmo de bossa nova, jazz y rock.
«Inclusive me gusta el disco que produjo mi hermano [José Alfredo Jiménez hijo] para el 30 aniversario luctuoso, el XXX. Me encantan las versiones de Buika; cuando la escuché en la Sala Nezahualcóyotl, me pareció extraordinaria. También me gusta cómo lo hace [Enrique] Bunbury», dice.
Para ella, cada melodía, especialmente las pistas originales, es un aprendizaje sobre el legado de su padre. «He podido trabajar con las letras y, de esta manera, ver su trascendencia a través de los años, mismos que me han permitido hacer un análisis diferente en el que encuentro que mi padre tenía una facilidad y don particular» para estar presente.
¿Hacia dónde va la música ranchera actual?
El auge de la música ranchera mexicana, que fue el género más concurrido para José Alfredo Jiménez, ocurrió entre 1930 y 1970, aproximadamente. Si bien los mariachis no han callado en todos estos años, otros géneros han aparecido en la escena musical mexicana. Pero, ¿será posible que resurja en algún momento con el brío que tuvo a mediados del siglo XX?
Para la doctora Jiménez Gálvez, es muy difícil que se alcance ese punto, debido a la evolución tanto del género como de la humanidad.
«Estamos siempre en constante movimiento y los cambios están marcados por la época que nos toca vivir. Ahora la comunicación es muy diferente, pero yo espero que no se pierdan» las melodías de ese estilo musical.
Mientras tanto, Camacho Jurado considera que una nueva «edad dorada» es imposible, debido a que no existen las mismas condiciones sociales, políticas, económicas y culturales de esos años.
Pero, a pesar de esta situación, el especialista en etnomusicología asegura que la música norteña, de banda y, más recientemente, los corridos tumbados, han ocupado poco a poco el espacio de las melodías rancheras, impulsando aún más las composiciones mexicanas en el mundo entero.
En entrevista para Sputnik, el experto en historia Enrique Ortiz, señala que, en esta época, las tendencias globales impiden que se dé un renacimiento del género ranchero; en esto juegan un papel relevante los avances en la comunicación y los diversos estilos musicales que se dan a conocer casi cada temporada.
«También existe un desarraigo por parte de las nuevas generaciones a nuestra cultura y al género ranchero. Derivado del mundo interconectado, las personas más jóvenes escuchan los mismos cantantes tanto en Puerto Rico, como en Buenos Aires, Lima y la Ciudad de México. Esta es una causa por la que ese estilo musical ha menguado a lo largo del tiempo», apunta.
Otro ámbito que está en juego, considera el especialista, es que las grandes figuras de la canción ranchera han fallecido.
«En la actualidad, un factor relevante es la venta, la popularidad, y no tanto enaltecer las raíces de nuestra música. No obstante, no creo que desaparezca la música ranchera porque es parte de la identidad de los mexicanos, de las tendencias artísticas que se desarrollaron en estas tierras», concluye.