Rafael Cabrera C.
Ojeando a diario las páginas llamadas PRENSASERIA en sus editoriales se puede llegar a la conclusión que todo se centra en un SOFISMO y AFIRMACIÓN FALSA que parecer cierto, pero con una finalidad y es la de dañar el honor y la moral de determinados personajes o entidades sociales o políticas, olvidando los principios profesionales del periodismo como es la de informar y orientar a la sociedad con la debida seriedad.
Es toda una tragedia la que vive el ciudadano común y corriente con el continuo repicar de lo mismo; parece una condena que el sistema impone para hacer creer que lo que se tiene a la vista es de color rojo aunque este tenga un color diferente.
En los diversos editoriales escritos se deja ver el insulto torpe como consagración de la verdad o de una condena anticipada. Pareciera que estos señores editorialistas desconocen las manifestaciones de amor y misericordia de sus propios actos.
Pero también se puede ver alguna excepción y cierto columnista se refirió al tema de LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN y expuso: HEMOS VISTO CON TRISTEZA COMO LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, un derecho inigualable de nuestra sociedad está golpeando otros derechos como son el DERECHO AL HONOR Y DERECHO A LA INTEGRIDAD, así nos damos cuenta como discursos de odio, burlas, apodos y falsas acusaciones son publicadas en casi todos los medios escritos en el país.
Muchos de estos medios se han convertido en mecanismos de agresión. EL HONOR PERDIDO NUNCA SE RECUPERARÁ SIEMPRE LA DUDA QUEDARÁ IMPREGNADA EN LAS MENTES DE QUIENES LEYERON O ESCUCHARON ESAS FALSAS NOTICIAS O LESIVOS COMENTARIOS”.
Todo parece indicar que se ha perdido la consigna espiritual. LA SAGRADA BIBLIA NOS INDUCE A SENTIRLA A VIVIRLA. En Mateo 23-22-21 LO MAS IMPORTANTE, la misericordia, la justicia y la fe. Hay de ustedes letrados y fariseos hipócritas que pagan el Impuesto de la Menta, del anís y del comino y descuidan lo más importante de la ley, la justicia y la misericordia y la fe.
Continua la crítica a los Escribas y Fariseos con dos nuevas acusaciones, la primera es la denuncia a la inversión a los valores, al colocar al dinero por encima de la misericordia y la lealtad y lo segundo es la eterna tentación de optar por lo secundario ante el temor de las exigencias de aquello que constituye lo fundamental de nuestra vivencia cristiana.
No hay que permitir que la ceguera de hombres letrados y dominantes siga conduciendo los destinos de la humanidad, de aquellos que con sus sañas y codicias quebrantan los principios morales de la ley.
Todos los hombres de las naciones del mundo, necesitamos de una prensa seria, de periodistas y columnistas que cumplan con su cometido de informar y orientar a la sociedad.
Se debe amar la verdad y la virtud como los únicos medios perdurables de lograr el engrandecimiento de los pueblos.
El error y el engaño son la causa remota o lejana de graves males la humanidad, por eso necesitamos de hombres pensantes, que vivan la justicia y la paz como sus armas verdaderas, Todos los hombres de América y del resto de naciones tienen que esforzarse por tener una prensa seria, sin ataduras.
El amor de la paz entre las naciones ha llegado a ser la divinidad, ante la que se inclinan los espíritus más ilustrados, las almas más generosas del mundo civilizado, La paz entre los hombres, entre los pueblos irradia en la doctrina social de las iglesias. Por eso necesitamos de una prensa seria y con columnistas y periodistas que informen y orienten a la sociedad en general.