Merlin Velis
Canal GENTEVÉ
La violencia y la criminalidad parece ser hoy en día la materia prima de algunos medios de comunicación, cure cuya agenda diaria es la difusión de las muertes como noticia principal en los noticieros radiales, pills televisivos y de la prensa escrita.
El tratamiento informativo a los hechos de violencia y el uso desmedido y antiético de imágenes sangrientas hizo que recientemente el Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén reflexionara sobre la conducta de algunos medios de comunicación.
Afirma que “se está tratando de generar no solo información, salve sino también una guerra psicológica en la población, de atemorizarla con el tema de la criminalidad, no es que desconozca que exista una situación grave, pero también el gobierno está actuando y está teniendo resultados”.
El Director de Diario Co Latino, Francisco Valencia, analiza que en la actuación de los medios hay un problema de aplicación de códigos de la ética periodística.
“Todos los que dirigimos y hacemos periodismo en los medios hemos pasado por la universidad y nos enseñaron el factor importante que tiene la ética en el tratamiento noticioso; la inseguridad existe, el problema es que cuando magnificamos y le ponemos elementos subjetivos contribuimos a crear una percepción distinta de la realidad, eso es antiético”, sostuvo.
Por su parte, Raúl Durán, Director Ejecutivo de la Asociación de Capacitación e Investigación para la Salud Mental (ACISAM), explica que es un hecho objetivo que el fenómeno de la violencia está presente en el país desde décadas, pero señala que existen fenómenos subjetivos a partir de cómo se trabaja la noticia.
“Determinados medios de comunicación, cuyos dueños son empresarios vinculados a la derecha claramente tienen una agenda política en hacer ver mal el ejercicio de este gobierno y un punto de apoyo es la violencia, por eso no es casual que lleven un record de las muertes diarias”, criticó.
De acuerdo a Leonel Herrera, Director Ejecutivo de la Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS), todos los medios del país deberían iniciar una discusión muy afondo sobre su rol, “si están siendo consecuentes con los principios éticos elementales de informar con veracidad y revisar si están contribuyendo a resolver el problema o si están ayudando a empeorarlo generando pánico en la gente, haciéndole publicidad gratis a los grupos criminales”, agregó.
En el año 2006, varios directores de medios de comunicación escritos, radiales y televisivos crearon Medio Unidos por la Paz, MEUNO, con el cual establecieron once principios para contribuir a la construcción de una “cultura de paz”, sin embargo, son los MEUNO son los que hoy en día hacen negocio de la violencia, bajo la filosofía que la “muerte y la sangre vende”.
Los once principios que acogió MEUNO detallan:
I. No mostrar cadáveres ni escenas de sangre.
II. Tratar con respeto la dignidad de las víctimas y sus familiares.
III. La cobertura periodística no magnificará los crímenes violentos y evitará el morbo, el sensacionalismo y la especulación del accionar policial.
IV. No hacer apología del delito.
V. No transmitir ni publicar imágenes que correspondan a la simbología de las pandillas.
VI. Promover espacios de contenido positivo e historias de éxito en la prevención y en la rehabilitación de los delincuentes.
VII. Abrir espacios de opinión o investigación para promover y cuidar la salud mental de la familia frente a la delincuencia.
VIII. Respetar la presunción de inocencia como lo establecen las leyes del país.
IX. Exigir a las autoridades información y cifras confiables sobre delincuencia.
X. Fomentar la denuncia ciudadana y exigir fortaleza institucional.
XI. Crear conciencia en las autoridades y en la población de que la seguridad pública es un tema de nación.”