Fredis Pereira
Dedicaré este artículo a desvirtuar cinco mitos del partido Nueva Ideas, develando verdades que sus líderes desean ocultar con publicidad engañosa.
Primero: El partido se concibe después de que la cúpula del FMLN expulsara a Nayib. En realidad, el partido era una iniciativa de los líderes de la diáspora salvadoreña, prominentes empresarios que con recurrencia financiaban compañas electorales de diversos candidatos sin importar el partido; con ese apoyo se habían beneficiado candidatos de ARENA, el FMLN, y de otros partidos. Estos líderes al sentirse defraudados por los partidos tradicionales decidieron fundar un nuevo partido, al que le llamaban Nueva Nación. Si bien es cierto, que estos líderes de la diáspora salvadoreña que recogieron a Nayib, después que había caído en desgracia dentro de las estructuras del FMLN y también el partido GANA le había cerrado la puerta, y que organizaron eventos políticos multitudinarios en Estados Unidos y en ciudades como San Francisco Gotera, San Miguel, Chalatenango, entre otras, no significa que el proyecto del nuevo partido surgiera de esos eventos, sino que sucedió que por razones de mercadeo político el nombre del partido se cambió de Nueva Nación a Nuevas Ideas, pues Nueva Nación era una marca poco conocida en El Salvador, mientras que la marca Nuevas Ideas se venía publicitando desde hacía varios años, y en esa coyuntura de cambio de nombre también se diseñó la golondrina como distintivo de Nuevas Ideas.
Segundo: El partido no participó en las elecciones presidenciales de 2019 porque el TSE impidió su legalización. La publicidad fue eficaz para fijar este mito en la mente de la gran mayoría de salvadoreños, pero quienes conocen la historia del partido saben que no es así. La idea de crear el partido fue de la diáspora, con el nombre de Nueva Nación, con recursos de la diáspora, como una alternativa para llevar a Nayib como candidato presidencial, ante un eventual rechazo de la candidatura por parte de la cúpula del FMLN. Pero Nayib presionó para posponer la fundación del partido en varias ocasiones, a fin de mantener en secreto el plan de su candidatura presidencial en otro partido, y para no perder su influencia en el FMLN. Por esos atrasos provocados por Nayib el nuevo partido no fue creado antes del 2018; claro que, al fundarse en ese entonces, sería bajo el liderazgo de la diáspora salvadoreña que le impediría tener control a Nayib, aunque sí habría podido competir con el nuevo partido después de ser expulsado del FMLN, se vería limitado para imponer su voluntad al nuevo partido, así que prefirió los partidos oportunistas que se le ofrecían como medio para acceder al poder mientras lograba consolidar el control sobre el nuevo partido.
Tercero: El partido surge como un movimiento horizontal. La idea de ser un movimiento horizontal donde nadie reprodujera las practicas de las cúpulas partidarias fue olvidada pronto. Olvidaron que la gente repudia las decisiones que se imponen sin consultar a la bases, que la gente detesta las elecciones internas amañadas de los partidos. Así, mientras muchos jóvenes novatos defendían ser una nueva generación política, y otros veteranos como Dagoberto Gutiérrez, decían que Nayib es el instrumento del pueblo; su líder, siguiendo las practicas de las cúpulas partidarias, imponía sus emisarios como referentes territoriales, quienes en su mayoría ahora son funcionarios de gobierno o dirigentes del partido Nuevas Ideas. Algunos jóvenes y veteranos de forma tardía entendieron que la horizontalidad no existe, que hay muchos sin poder y una cúpula que toma decisiones sin consultar en el partido Nuevas Ideas.
Cuarto: Es un partido con nueva propuesta política. El partido nació con reciclados de otros partidos, como el FMLN, PCN, PDC, y ARENA, aprovechando la iniciativa y el financiamiento de los líderes de diáspora salvadoreña. Los reciclados buscaban lograr preponderancia que no habían conseguido o que perdieron en los partidos de donde salieron. Está claro que siempre hay gente novata que sirve de masa para facilitar la existencia legal de una organización política, así muchos han participado firmando para legalizar Nuevas Ideas y les han facilitado las cosas a los políticos reciclados. La posterior poco transparente elección de las estructuras de conducción partidaria y las elecciones interna de candidatos dejo fuera a casi todos los líderes de la diáspora, permitiendo que políticos de la vieja tradición como Walter Araujo y Will Salgado representen ahora la propuesta política de Nueva Ideas. Esto debe recordar a muchos, que en El Salvador es posible vender lo reciclado como nuevo, que solo basta buena gestión publicitaria para vender lo viejo como nuevo.
Quinto mito: El partido Nueva Ideas lucha contra la corrupción. La verdad es que con este partido se cumple el dicho: “gallina que come huevos, aunque le quemen el pico”; pues sus filas esta engrosada con reciclados de los partidos tradicionales, por ejemplo, Walter Araujo, quién no pudo justificar ante probidad 1.4 millones de dólares y por lo cual esta siendo investigado por enriquecimiento ilícito. Los fundadores del partido Nuevas Ideas que ostentan cargos en el gobierno de Nayib Bukele, en pocos meses han sido señalado por actos de corrupción en los procesos de comprar millonarias, la lucha contra la corrupción escasea cuando los señalados son miembros de Nuevas Ideas.
Estos mitos no son producto de la imaginación sino de una habilidosa campaña publicitaria diseñada para manipular a las masas desinformadas; quisiera decir que es primera vez que pasa esto, pero en realidad es la rutina del pueblo salvadoreño que tiene pereza para estudiar su realidad y transformarla para su provecho.