Rosmeri Alfaro
@DiarioCoLatino
Por generaciones, las mujeres han destacado por su labor en el desarrollo político, científico, social y económico, así como por su aporte para sostener el hogar como madres y cuidadoras.
El poeta Alejandro Díaz define a la mujer como un manojo de virtudes (…) que lucha contra las vicisitudes sin desmedro de su ternura, un portento de esperanza y sensibilidad; y como alma que da sustento a toda la humanidad.
Sin importar en el contexto o nivel social que se encuentre, una mujer no se detiene ante los obstáculos que se le presenten, así lo demuestran “las Vázquez”, Guadalupe y Elisa, a quienes no las ha detenido la competencia comercial en el Centro Histórico de San Salvador.
Guadalupe es una mujer de 62 años y tiene veinte años de vender comida en la avenida Morazán. Un carretón verde, un poco despintado por el paso de los años y sus huacales con comida son las armas de esta mujer “luchadora”, como la define su hija Elisa.
Madre e hija ofertan pequeñas porciones de arroz, frijoles, casamiento, huevo, pollo, entre otros alimentos, de 4:00 de la tarde a 8:30 de la noche, horario elegido ante la alta competencia que tienen en el día con los diferentes comedores de la zona.
Pese a que la venta inicia en la tarde, la rutina de las Vázquez inicia desde muy temprano en la mañana. Ir al mercado, preparar los alimentos y hacer los quehaceres de su hogar es la agenda diaria de las comerciantes.
“Cuesta encontrar a gente que sea aseada, a mí me gusta hacer las cosas bien”, explica Guadalupe, quien sacó adelante a sus tres hijas solo con su venta en el mercado.
Hace vente años vendía merienda en el Hula Hula, pero “al encarecerse el cerdo” decidió cambiar de negocio. “El pisto está botado en la calle. Lastimosamente hay mujeres que no se rebuscan. Yo a veces les digo: pidan un día entero para una cajilla de tomates, yo se que recoge y de una, luego nacen dos y luego tres, pero se usa la mente. Si gané $10 y me gasté $15, ¿para dónde voy? Para el barranco, hay que saber manipular el negocio y saber atender a la gente”, expuso.
Esa enseñanza parece estar bien cimentada en su hija Elisa, al afirmar que “las mujeres no dependemos de un hombre, dependemos de Dios y nuestro propio esfuerzo”, y que los obstáculos uno mismo se los pone.
“Yo he escuchado casos de mujeres que dicen: yo tengo dos, tres hijos, no puedo salir adelante; eso es mentira, si se lo propone se pueden sacar los hijos adelante y darles lo necesario”, señaló.
“Para mí es un orgullo que ella nos haya enseñado a trabajar y ser independientes y sacar adelante a nuestros hijos; a pesar de cómo están las dificultades para uno de mujer, uno hace lo humanamente posible para sacar adelante a sus hijos y darles lo necesario”, agregó Elisa, quien destacó en más de una ocasión el esfuerzo hecho por su mamá para que ella y sus hermanas pudieran estudiar el bachillerato.
La mujer de 38 años enfatizó en que, “las mujeres, si queremos podemos y no importan los obstáculos, si nos lo proponemos, podemos superarlos”. Elisa tiene una hija, estudia segundo año en Licenciatura en Enfermería. “Me siento dichosa porque mi hija ha llegado hasta donde yo no llegué y que cumpla su deseo de servir a los demás”, dijo.
Este domingo 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas, “es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de las mujeres de a pie que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades”.
“El mundo ha logrado avances sin precedentes, pero ningún país ha alcanzado la igualdad de género (…) existen restricciones legales que impiden a 2,700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres. Menos del 25 % de los parlamentarios eran mujeres en 2019, y una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género”, detalla.
Naciones Unidas exhortó a hacer de 2020 “un año decisivo para las mujeres y las niñas en todo el mundo”.
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