Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Nos han venido diciendo que van a privatizar el agua como discurso articulador, pero lo que ha quedado demostrado es que los oligarcas nos roban el agua en nuestra cara sin privatizarla”, expresó Carlos Flores, miembro de ECOS El Salvador, en entrevista exclusiva a Diario CoLatino, y recomienda utilizar otras herramientas de análisis para identificar el proceso de despojo a la población de un bien natural.
– ¿Cómo se define una crisis hídrica?
Cuando hablamos de -crisis- es un problema que está en un estadio grave, si hablamos del problema, crisis o problemática del agua o la crisis del agua, es una serie de situaciones graves en cuanto al abastecimiento, la gestión, el aprovechamiento, la concentración, la injusticia, la degradación ambiental y los impactos del cambio climático.
Es decir, todos estos elementos presionan al sistema y generan impactos en diversos grupos poblacionales y diversos ecosistemas. Recordemos, el agua es un -elemento natural- no es exclusivo del ser humano y está antes de nosotros y su ausencia limita la vida de la gente como la reproducción de la vida.
– ¿El agua sobrepasa al ser humano?
El agua es un elemento natural, es decir, forma parte intrínseca de la naturaleza y su ausencia limita la reproducción de la vida y en ese deterioro y limitaciones de vida se encuentra al ser humano. Somos nosotros quienes hemos limitado el pensamiento a establecer que el ser humano es el centro de la vida, la acción, producción y desarrollo, ese es el -pecado original- que nos está matando como especie.
– ¿Qué debemos entender como Injusticia Hídrica, entonces?
Lo entendemos como esa serie de mecanismos sociales, políticos, comunicacionales, legales y simbólicos que permiten que el agua se acumule en donde hay dinero, es decir, donde se encuentra el poder, y nos parece natural pese a que es agua que fue robada de otros territorios.
Es paradójico, si ves en una montaña una casa de ricos, ésta siempre tendrá agua y en las zonas bajas asombra que falte el agua, porque eso no es natural, por la simple gravedad (peso) en donde debería acumularse el agua en los sitios de menor resistencia a que llegue a zonas bajas debería haber agua, donde están las personas que viven en pobreza, pero allí el agua no llega.
Es toda esa serie de mecanismos -como digo- legales, institucionales, económicos, ideológicos que permiten que esto ocurra y que lo veamos como si fuese natural. A esta serie de mecanismos es lo que llamamos injusticia hídrica.
– ¿La injusticia hídrica es una herramienta analítica?
La injusticia hídrica es un método de abordaje de la problemática del agua, que supera el abordaje de la crisis del agua o el problema del agua como resultado de la crisis ambiental y crisis climática.
Porque la injusticia hídrica aborda el problema de la escasez, desde un concepto problema creado social y políticamente. ¿Por qué?, porque el agua es escasa para las poblaciones en pobreza, porque no es escasa para toda la gente.
Cuando hablamos de injusticia hídrica lo que buscamos o tratamos de respondernos es ¿Qué se hace el agua?, no negamos que estamos en medio de una crisis climática que impacta en la distribución temporal de las lluvias y que impacta en la concentración de las mismas. Porque llueve mucho en poco tiempo y eso genera desastres o también llueve mucho en poco tiempo y esto reduce el proceso de infiltración, estos son efectos del cambio climático, pero solo es un elemento.
– ¿Cuál otro elemento incide?
Hay degradación de los suelos que impacta en la recarga, pero no explica el porqué en un territorio no hay agua -así de golpe- un río está presente en invierno y en verano ya no, eso es degradación ambiental, pero el cambio climático no puede explicarlo.
El agua lo reduce el cambio climático en un 20-25% el caudal de un río, ya sea por sequía o el exceso de lluvia. Mientras, por degradación ambiental se reduce un 10% en un período largo, y ese cambio en el río es porque -alguien- está tomando esa agua y la está utilizando para otra actividad.
Al hablar de “crisis” , a veces oculta a los causantes de esa escasez, y si lo analizamos desde la -injusticia hídrica- nos permite, y da pie a buscar dónde está el agua y cuáles son los mecanismos que se han utilizado para robársela, saquearla, despojarla de la población y a la misma naturaleza.
– ¿Qué son estos mecanismos a la base del saqueo del agua?
El método de la Injusticia Hídrica aborda tres mecanismos: los legales, institucionales e ideológicos en donde los mecanismos legales están vinculados a todo el sistema de leyes o marcos normativos que se aprueban o no, para controlar, concentrar y usar el agua.
Luego, van los mecanismos institucionales, -su mismo nombre lo define-, son las instituciones que en su actuar favorecen el despojo del agua utilizando la ley. Y están los mecanismos ideológicos, que son todas esas ideas que le meten a la cabeza a la gente para facilitar el despojo del agua sin protestar.
Porque las leyes son la reacción coercitiva del Estado, su uso legal de la fuerza a través de la ley; con las instituciones quienes aplican dicha ley, pero el ideológico son mecanismos de ideas “soft” (suaves) que lo repite el presidente, sus funcionarios, las empresas y termina en la gente repitiéndolo.
– ¿Cómo se expresa todo este entramado?
Recuerdas el accidente ecológico del derrame de melaza en el río Magdalena, un ingenio en Ahuachapán, en la conferencia a la prensa, Mario Salaverría, que era presidente de los azucareros, dijo -quiero hablar de lo que sucedió en el ingenio, pero antes quiero decir que el ingenio es la única fuente de trabajo y desarrollo que tiene esta gente- . Esto es parte del mecanismo ideológico, les estaba diciendo que es una actividad que contamina pero nos genera desarrollo; esas son las ideas -aguas para el desarrollo- que es importante como la destrucción de Valle El Ángel (Apopa) porque eso va a generar desarrollo, un proyecto inmobiliario. La escasez de agua en Soyapango, la gente opina -pobrecita la gente, pero ya va pasar, no es para siempre- aceptamos que la gente no tenga agua, ese es un mecanismo ideológico.
– ¿Cómo participan de esto los ministerios en estos mecanismos?
El Ministerio Agricultura y Ganadería (MAG) es quien debe controlar el riego de los cultivos en el país. Y todos sabemos que el cultivo de caña de azúcar es el principal usuario de agua en el país. Y el MAG desde hace 30 años renunció a la capacidad de regular el agua para riego. La Dirección General de Ordenamiento Forestal de Juntas y Riego, tiene para este tema del monitoreo a solo 25 personas para todo el país.
¿Cómo van a controlar casi 400 kilómetros de la franja marino costera del país? , porque no hay gente y sin recursos como esperan proteger el agua del país, sencillamente no pueden. Ese es un mecanismo institucional.
Porque la política está diseñada para no dar protección al agua y porque en la medida que no regulas el uso del agua esta se encuentra disponible para el -desarrollo- , el mecanismo legal de la Ley de Riego y Avenamiento manda una cosa, el mecanismo institucional que sería el MAG hace otra, y el mecanismo simbólico, es que no nos preocupa todos los aspersores que pasan las 24 horas del día regando la caña de azúcar, ya que esto va a traer desarrollo.
– ¿Qué procesos injustos han identificado en el análisis?
Hemos identificado al menos tres grandes factores de injusticia, y son tres conglomerados que se aglutinan en como funciona la gestión del agua en El Salvador: la agroindustria azucarera, las empresas constructoras y el desarrollo turístico.
El sector de los azucaremos ha generado un modelo para la política del agua que les permite a ellos utilizar toda la que necesitan prácticamente gratis y sin ninguna regulación. Como el caso de la Compañía Azucarera (CASA), de la familia Regalado, que tiene tres ingenios: la Central de Izalco, Chaparrastique y La Magdalena, con eso controlan casi el 60% de la industria azucarera salvadoreña y producen en 20 mil manzanas de azúcar solo ellos.
Estas 20 mil manzanas cada año demanda cerca de 9 mil litros de agua por segundo, en la zona marino costera, por algunos lugares pagan, por otros no, a veces una nada que son 5 dólares al año por una manzana. Ellos determinan y son los que han incidido para que en el país no se regule el agua, que deja sin agua a los manglares y personas, que son 1.5 millones que habitan en la zona marino costera del país, este es un mecanismo de injusticia.
– ¿Cómo se define el de las empresas inmobiliarias?
Las empresas constructoras -ya lo denunciamos reiteradamente- el mecanismo es que la ANDA negocia con las empresas constructoras como los Poma, Dueñas, Salazar Romero, para el uso del agua. La ANDA, abandona y deja de explotar territorios para que las empresas constructoras tengan viabilidad y puedan perforar sus pozos para abastecer su proyecto inmobiliario.
Eso ocurre en la zona de Nejapa -Apopa con Salazar Romero, se instala y de manera prepotente construye la urbanización San Gabriel, en un territorio en donde no hay agua y ANDA normaliza eso. Los Dueñas van a construir en 500 manzanas de Valle El Ángel y ANDA les garantiza traer el agua desde San Juan Opico, para que ellos puedan desarrollar su modelo de negocios.
Con esa cantidad de agua, la ANDA bien podría resolver el problema de abastecimiento de Apopa , Soyapango, Ilopango, que son 500 mil personas, pero, como son gente pobre -no importa- este es el segundo mecanismo.
– ¿Cuál es el mecanismo del turismo?
Este tiene que ver con todo el proceso de desarrollo turístico desde el que desarrolla con Surf City en esa zona, luego pasa a la Costa del Sol donde está la isla Tasajera que planean construir -Cancún del Pacífico- toda la zona marino costera del país está en el desarrollo de grandes proyectos turísticos con agua que no tienen y hay que decirlo.
Porque el agua del país casi toda ya está ocupada por los azucareros, industriales y urbanistas, entonces -deducimos- , que si hay una actividad que tendrá un intensivo uso del agua, tendrán que dejar a alguien sin ella quitarla o disminuirla porque se usará en otra cosa.
Y se está haciendo precisamente -quitar o reducir el uso del agua- la de consumo humano, por otros intereses para el Capital. Y ahí ves, las autoridades hablando de empezar a usar el agua del lago de Ilopango, y te cuestiona ¿Cómo pueden darle agua contaminada con metales pesados a la gente?, cuando hay agua limpia en el acuífero de San Juan Opico.
– ¿Cómo deciden estas acciones?
Un ejemplo, en la microcuenca de Valle El Ángel, ellos (la ANDA) han decidido que pueden renunciar a la recarga de 5 o 6 millones de metros cúbicos al año. Para que se construya ese proyecto urbanístico, entonces, esa cantidad de metros cúbicos que desaparecen esa es la decisión -piensas- ¿Qué van hacer sin esa agua?, deciden que la opción es agua contaminada a la gente pobre. Estos son los mecanismos de injusticia en el país. Es toda esa pensada de la agroindustria azucarera, turismo y proyectos inmobiliarios, los que están a la base del modelo de injusticia hídrica de El Salvador.
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