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@GloriaCoLatino
El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) David Morales, presentó su último informe en donde abordó diversos temas de la agenda nacional y el desempeño del ente tutelar, al concluir este día su mandato de tres años.
Entre sus consideraciones como la Ley de Amnistía, las Víctimas, la Seguridad Pública, Medio Ambiente y Salud, el funcionario pidió al Estado salvadoreño trabajar apegado a la Constitución de la República y Tratados Internacionales, a fin de garantizar el respeto a los derechos de la población salvadoreña.
Sobre la Ley de Amnistía, el tutelar de derechos humanos destacó que a dos semanas de haberla declarado inconstitucional la Sala de lo Constitucional, no se han registrado ninguna crisis jurídica en el país.
“Esto termina con el mito, que al declarar la inconstitucionalidad se daría una debacle. Porque las víctimas son gente de paz, que solo piden la verdad; y por favor, quiero que saquen la amnistía del contexto político, porque esta es una conquista histórica de las víctimas y las organizaciones que les acompañan”, dijo.
No obstante, reconoció que pese a la existencia de varias sentencias de la Sala de lo Constitucional que son de “obligatorio cumplimiento” para investigar masacres del conflicto armado o los “Habeas corpus” de niñez y adultos desaparecidos en los años ochenta, no fructificaron en las gestiones fiscales anteriores.
“Aquí los fiscales y jueces se niegan a cumplir con la Constitución de la República y Tratados Internacionales, esa es una postura política y no jurídica. Ni la Sala de lo Constitucional tenía argumentos constitucionales que justificaran desde el año 1993 a la amnistía. Esto quiere decir que son los operadores de la justicia los verdaderos autores de la impunidad”, acotó.
Sobre el espacio de acefalía de la Procuraduría por la Defensa de los Derechos Humanos, Morales expresó su preocupación por la tardanza que suele generarse en el seno de la Asamblea Legislativa para elegir estos cargos de Segundo Grado, que no significa que sean menos importantes.
“La PDDH a diferencia de la Fiscalía General o la Procuraduría General, tiene un impacto más negativo en situaciones de acefalía, porque el Procurador Adjunto, que es el segundo a cargo de la institución no sustituye al titular en caso de acefalía; entonces hay impactos en los procedimientos de protección y administrativos”, expresó.
El funcionario sugirió a la Asamblea Legislativa, que de demorarse la elección de la nueva o nuevo procurador de derechos humanos, emita un “decreto transitorio” para que el procurador adjunto pueda administrar en lo básico la administración de la institución del Estado.
“Durante la gestión que ahora cerramos hemos podido reformar nuestros mecanismos de protección y esto ha quedado plasmado en una reforma reglamentaria, y entonces, esto le cambia el rostro a la Procuraduría ya no tan burocrática de recibir denuncias y para que tenga una respuesta la ciudadanía deben pasar semanas”, reseñó.
En cuanto a los retos de la PDDH, Morales reiteró que es “no perder el rumbo” que ha venido desarrollando la entidad junto a la población salvadoreña, que en su mayoría son víctimas de abusos del poder y la violencia, que impacta directamente a personas con discapacidad, mujeres, niñez, juventud, población LGTBI, VIH positivos, adultos mayores y pueblos indígenas.
