Por Catherine Hours
Bonn/AFP
Los países en vía de desarrollo instaron a los Estados desarrollados a cumplir sus compromisos para reducir el calentamiento global durante la primera semana de la conferencia de Bonn sobre el clima (COP23).
Las negociaciones en la COP23 de la ONU seguirán hasta el miércoles entre los delegados de los 197 Estados que ratificaron el acuerdo de París, que cederán luego el testigo a los responsables políticos: ministros, jefes de Estado y un diplomático que representará a Estados Unidos.
Dos años después de la adopción del acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el alza de las temperaturas mundiales a menos de 2ºC respecto a la era preindustrial, los países apenas empiezan a definir las reglas de su aplicación. Un proceso técnico que debería estar listo a finales de 2018 en la COP24.
Pero antes de que eso ocurra, tras un año de cataclismos meteorológicos, los países en vías de desarrollo llegaron a Bonn con un mensaje para los Estados ricos, a los que acusan de faltar a sus promesas.
«Muchas acciones climáticas propuestas por los países en vías de desarrollo en París dependían de la puesta a disposición de recursos. ¡Hay que abordar esta cuestión con franqueza!», aseguró Mohamed Adow, de la oenegé Christian Aid.
No se trata «de inversiones, sino de la deuda climática» del Norte respecto al Sur, afirmó por su parte Amhad Abdulla, representante de las islas pequeñas.
Abdulla se refería así al principio que rige las negociaciones sobre el clima desde hace más de dos décadas: los países ricos, primeros emisores de gases de efecto invernadero, tienen una mayor responsabilidad que los demás, y por ello deben ayudar a los más pobres a crecer limpiamente y a afrontar el impacto del calentamiento global.
Un grupo de negociación que incluye a grandes países emergentes, entre ellos China e India -primer y cuarto emisores de gases de efecto invernadero mundiales-, convocó el jueves una rueda de prensa para recordar que los países ricos se habían comprometido a reforzar sus planes climáticos antes incluso de 2020, fecha de entrada en vigor del acuerdo de París.
‘Equidad’
En 2012, «los países desarrollados aceptaron revisar sus objetivos de reducción de emisiones. No vemos mejoras, no sólo faltan acciones, sino también apoyo [a los países en vías de desarrollo]», dijo el delegado chino Chen Zhihua.
«Todo lo que pedimos es que esta emergencia se concrete en acciones, y que eso ocurra [antes de] 2020», dijo Walter Schuldt, presidente ecuatoriano del grupo de los G77 (134 países en vías de desarrollo).
«La tecnología existe, el capital existe, la urgencia existe. Lo que falta es la voluntad política de los países desarrollados muy contaminantes», opinó el negociador de Nicaragua, Paul Oquist.
Para Teresa Ribera, directora de la Instituto de Relaciones Internacionales (IDDRI), esa reivindicación también tiene un carácter táctico. «Es una ofensiva para evitar sufrir toda la presión [para reducir las emisiones contaminantes], mientras que la presión no parece subir contra Europa ni Estados Unidos», explica.
La decisión del presidente Donald Trump de retirar a Estados Unidos del acuerdo de París supone un problema de «equidad y de justicia», añade Ribera.
Los países en vías de desarrollo «sufren y por tanto es normal» que señalen «un retraso importante de las economías industriales».
El apartado político de la COP comenzará a partir del miércoles en presencia de la canciller alemana Angela Merkel, del presidente francés Emmanuel Macron y de los jefes de Estado africanos.