Nelson López*
A pesar de los peces gordos que están involucrados en el clandestino trabajo extra, hospital de la trata de personas… que no es lo mismo que tratar a las personas… el poder mediático sigue gallo gallina, sin querer darnos pollo al conglomerado y siguen con lo mismo obligándonos a que nos hartemos de frijoles… de congestión vial… y del famoso canal once.
¿Y los peces gordos? bueno ocultos en la profundidad de los mares, sin salir a flote
¿Ni el pez globo? ¡no, ni ese! que hasta lo consideraron con un gran criterio para jueces y fiscales, ahora resulta que no solo trata bien o mal a las personas sino que también está en esto ¡y nada que ver con sirenitas!
Es que desde hace unos días se corrió la bola de que el tío coyote se llevaba a los niños para los Estados, pero eso no duró mucho, ni salieron las fotos grandes de Obama con los presidentes de los países atacados por Coyotelandia.
Mas bien no les importó mucho, porque seguramente ya se pueden a los tíos esos y no querían hacerles mucha mediaticidad… y la bola desapareció.
Pero la trata de personas ni siquiera retumbó, a pesar de que ya se tiene a los sospechosos enlistados, el poder de lo oculto tiró su gran manto negro y reservaron todo, hasta los nombres de los peces gordos que ahí nadan en esas aguas con las falsas escuelas de modelaje y grandes estudios de fotos, para mostrar la mercancía a propios y extraños.
El negocio bueno no era de sirenitas, sino de personas que por su juventud se vuelven de fácil acceso a esta clase de voraces animales con agallas hasta para pactar con el diablo, con tal de hacer dólares mojados con agua salada y lavados con agua dulce, sin que sea chicha.
Para mientras, nos van a seguir dando los frijoles, pero de los que están por las nubes y que vuelan mas alto que los pajaritos preñados, y que todo el mundo se cree porque todos los días salen fotografiados o con grandes titulares de vistosas letras ¡FRIJOLES POR EL CIELO! y los frijoleros preguntando ¿y ahora que vamos a comer?
¿Y de la trata de personas? ¡nada! simplemente porque en ese mar salado y corrupto no hay chimbolos, ni camarones, ¡ah! esos si saldrían a todo color en trece páginas consecutivas y en trece noticieros seguidos, pero por hoy nada que ver, porque ahí están los tiburones y esos peces voluminosos que tendrán que nadar raso entre el pantano hediondo que les ocultará por buen tiempo para seguir con sus juegos enfangados… pero libres… como para celebrar la independencia patria a partir todas las reservas habidas y por haber.