Josefina Pineda de Márquez
Maestra normalista
Si, amigos sigo escuchando entre mi gente querida el mal uso de estos pronombres personales y… ¿a qué se deberá?
Cuando los españoles llegaron a América a fines del siglo XV nuestro ancestros indígenas naturalmente que se comunicaban y tiene que haber sido una comunicación bonita, con sonidos de una naturaleza exuberante con cantos de pájaros, correr de ríos y quebradas, el eco de los barrancos, etc. Me emociona imaginarme ese lenguaje sonoro, suave, dulce. Pero los visitantes, que no descubridores de este continente, traían su lengua ya evolucionada y su historia la hemos aprendido e ignoramos la auténticamente nuestra.
El ESPAÑOL es encantador, no cabe duda, pero algunas fallas en el uso de las palabras y su sintaxis fue traída por los españoles.
Mis abuelas, que eran parlanchinas, me dejaron en la memoria algunas expresiones que eran incorrectas.
Mamá Juana decía:“¿No me habís visto el corvo para cortar este racimo de majonchos?”
Mamá Chica decía centupié al ciempiés.
Los españoles, de aquel entonces, así decían también. HABÍS visto en vez de HABÉIS visto.
A nuestros abuelos indígenas les vino así nomás un IDIOMA, y los problemas de algo regalado es que no lo usamos bien. No emitimos sonidos diferentes entre la Z, S y C por ejemplo. De la B y la V igual.
La palabra taza por ejemplo nadie la pronuncia con el sonido de la Z. Todo mundo dice TASA así con S lo mismo da que sea taza de café que tasa, impuesto de la alcaldía.
No podría asegurar que yo me inventé una forma de no equivocarme o la aprendí de algún libro viejo, pero NO ME EQUIVOCO porque considero excelente lo siguiente:
Después de “QUE” es yo y después de “DE” es mí.
–Dijo Marina: ¿Verdad que mi hermanita es más bonita que mí?
Y Vilma le contestó: Pero, amiga, las dos son lindas, pero MI es después de DE.
–Sí, sí debo decir: Más bonito que yo, más estudioso que yo, más independiente que yo, obtuvo mejores notas que yo.
–Ella va detrás de mí, pónganse detrás de mí, tú vas después de mí, lo ubicaron enseguida de mí.
–Fue él el que me dijo “no creas que de mí vas a recibir un mal consejo”.
De nuestra Claudia Lars.
Sobre la flor que aroma sueña la flor que vuela,
tal es la mariposa que está sobre la umbela.
Hasta pronto
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