Washington/AFP
La mayoría republicana en el Congreso de Estados Unidos dio el puntapié inicial a la reforma del sistema de seguro de salud y la abrogación de la reforma de Barack Obama, al revelar un texto elaborado en acuerdo con el presidente Donald Trump.
«Nuestro proyecto de ley transfiere el poder desde Washington hacia los estadounidenses», declaró Kevin Brady, presidente de una de las comisiones de la Cámara de Representantes encargada de la reforma.
«Es tiempo de dar vuelta la página y de salvar nuestro sistema de salud de esta ley desastrosa», dijo Paul Ryan, presidente de la cámara.
El «Obamacare» fue votado en 2010 por la mayoría demócrata de la época y permitió a más de 20 millones de estadounidenses acceder a un seguro de salud.
Los republicanos, que controlan actualmente los poderes Ejecutivo y Legislativo, se comprometieron desde hace años a abrogar la reforma demócrata, pero discrepan sobre la manera de remplazarla.
El proyecto revelado el lunes, que será debatido en los próximos meses por los legisladores, suprime la obligación universal de adquirir un seguro y reduce la intervención del Estado federal.
El texto conserva no obstante dos de los puntos centrales del Obamacare: la posibilidad para los niños de inscribirse en el seguro de sus padres hasta los 26 años y la prohibición de que las compañías de seguros discriminen a los pacientes en función de sus antecedentes médicos.
Un punto del nuevo sistema debería provocar las protestas del ala conservadora del Partido Republicano: la instauración de un crédito fiscal de entre 2.000 y 14.000 dólares por año para ayudar a los ciudadanos a pagar sus primas de seguros.
Durante un discurso ante el Congreso, el martes pasado, Trump dijo que el Obamacare se estaba desplomando como consecuencia del aumento de los costos comprobado en los mercados de seguros individuales en numerosos estados del país.
La liberalización debería conducir a una baja de los costos y a una cobertura de salud más accesible para el conjunto de los ciudadanos, argumentan los republicanos.
«Obamacare ha demostrado ser un desastre con menos opciones, cuidado inferior y los costos que se disparan que están aplastando a las pequeñas empresas y familias en todo Estados Unidos», dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer.
«Hoy es un paso importante para restaurar las opciones de salud y la accesibilidad de nuevo al pueblo estadounidense. El presidente Trump espera trabajar con ambas cámaras del Congreso para revocar y reemplazar a Obamacare», añadió.
Pero un sector del partido teme una reforma demasiado radical que podría llevar a que estadounidenses que pudieron acceder a una cobertura gracias al Obamacare ahora la pierdan, según declararon cuatro senadores republicanos.
Los legisladores pretenden proteger el financiamiento del programa Medicaid, pilar de la protección social creada en la década de 1960 y destinada a los hogares más modestos.
El Estado federal asume actualmente una parte importante de los costos del programa, y el resto está a cargo de cada estado.
Según el proyecto republicano, los créditos federales tendrían un techo y se verían reducidos.
En el Senado, el margen de maniobra del partido gobernante es muy reducido: dispone de 52 escaños, sobre un total de 100.
«No tienen los votos» que necesitan, dijo el viernes Nancy Pelosi, jefa de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes.