Adalberto Santana
En el imaginario popular latinoamericano los Reyes Magos son figuras emblemáticas de los sueños de los niños, sobre todo en los sectores populares ya que ellos traen la alegría de los juguetes en la madrugada del 6 de enero. En algunas países latinoamericanos como Puerto Rico, esa fecha es la fiesta principal del año. En otros lo Reyes Magos buscan en el mercado popular los regalos para dar inmensa alegría a los hijos con los juguetes anhelados o con los recursos que se tengan para dar ese gusto a los menores
Los Reyes Magos son también en ese imaginario popular y religioso, las figuras emblemáticas de aquellos personajes del Medio Oriente que en sus camellos viajaron en busca del niño Jesús hasta un portal de Belén. En otras palabras a principios de nuestra era, allá en la Gran Palestina, donde había nacido el hijo de dos humildes peregrinos los cuales eran perseguidos por órdenes del rey de Judea, Herodes. Personaje semejante, al ahora primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que había ordenado la ejecución de los niños menores de dos años para así desaparecer al enviado de Dios. Hoy Netanyahu lo hace asesinando con sus bombardeos sobre la Franja de Gaza a más de 23 mil palestinos donde el 70 por ciento son niños y mujeres.
Según el Evangelio de Mateo, esos Reyes Magos de Oriente se desplazaron hasta Belén para rendirle tributo y homenaje al hijo de María y al humilde carpintero José, para entregarle regalos como una riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Esa simbólica tradición se arraigo en el sentimiento de los pueblos latinoamericanos, sobre todo en los más humildes para darles a los niños de nuestra América regalos que humildemente les traen todos los 6 de enero: Melchor, Gaspar y Baltasar. Personajes que en ese imaginario popular viajan en sus camellos procedentes de distintos reinos del Medio Oriente y que por el color de su tez simbolizan a tres grupos étnico-culturales. Baltasar representa a las comunidades africanas, Gaspar a los asiáticos y Melchor a los europeos. Son personajes de esa diversidad cultural que se ha arraigado en el imaginario colectivo de los sectores populares hispanoamericanos.
En los momentos actuales, los niños palestinos sufren las mayores atrocidades del sionismo israelí. Los nuevos Herodes arrasan a las comunidades gazetíes y tiene como premisa contrainsurgente expulsar al pueblo de la Franja de Gaza y de Cisjordania de la gran Palestina. Buscan en su estrategia convertir a los niños, mujeres y hombres palestinos en los nuevos peregrinos del siglo XXI. Múltiples testimonios dan cuenta de las atrocidades del sionismo israelí:
“El Ejército israelí ha detenido a cientos de palestinos en todo el norte de la Franja de Gaza, separando a familias y obligando a los hombres a desnudarse hasta quedar en ropa interior para después subirlos a bordo de camiones y trasladarlos hacia un campamento de detención ubicado en la playa, donde pasaron horas — y en algunos casos días — expuestos al hambre y el frío, según informaron defensores de derechos humanos, familiares y algunos de los propios prisioneros liberados. Palestinos detenidos en la devastada localidad de Beit Lahia, en el campo urbano para refugiados de Jabaliya, y en vecindarios de Ciudad de Gaza, dijeron que fueron amarrados, se les vendaron los ojos y los apilaron en la parte trasera de camiones. Algunos señalaron que fueron trasladados prácticamente desnudos y con poca agua hacia el campo de detención, ubicado en un lugar desconocido” (El Financiero, 17/Dic./23).
La mejor esperanza es que en la cruda realidad de nuestro tiempo, llegaran este seis de enero de 2024, los Reyes Magos y brindarán al pueblo palestino la paz deseada frente a las atrocidades que ha generado la guerra del sionismo israelita. Que los palestinos no se conviertan en los nuevos peregrinos que como María y José, tengan que huir a Egipto para escapar de los nuevos Herodes que hoy han encarnado en Benjamín Netanyahu. Sin duda ese sería el mejor regalo de los Reyes Magos que claman en diversas partes del orbe los pueblos que se oponen a la guerra de exterminio y el genocidio que se siembra en Gaza, con la sangre del pueblo palestino.
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