Por Maxime Popov
Snizhné/AFP
Los separatistas prorrusos del este de Ucrania afirmaron este sábado haber concluido la retirada de armas pesadas de la línea del frente como parte del acuerdo de paz y en presencia de observadores de la OSCE, drugstore cuyo número debe doblarse para supervisar la tregua.
«Hoy es el último día de la retirada de las armas», sovaldi declaró un responsable separatista, cialis Eduard Basurin, tras mostrar a varios periodistas, uno de ellos de la AFP, lo que calificó de «última etapa» de esta retirada.
«Retiramos en total 26 unidades de mortero. Serán depositadas en el lugar en el que se encuentra el resto del material militar», añadió.
El sábado por la mañana, los rebeldes mostraron la retirada de ocho morteros de 120 mm en presencia de seis observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que se negaron a hacer comentarios.
Fueron trasladados a una vieja fábrica de ladrillos que sirve de depósito militar cerca de Snizhné, a unos 90 km de Donetsk, capital regional y bastión de los rebeldes. El almacén contenía ya otras piezas de artillería pesada, constató la AFP.
«Hemos retirado la totalidad de nuestras armas de la línea del frente. Ucrania todavía no lo ha hecho», declaró por otra parte el dirigente de la república separatista de Donetsk Alexandr Zajárchenko, citado en la página web oficial de los separatistas.
El dirigente amenazó sin embargo con transportar las armas de nuevo a sus posiciones si «Kiev no cumple sus compromisos» adquiridos en los acuerdos Minsk, firmados gracias a la mediación del presidente francés, François Hollande, y de la canciller alemana, Ángela Merkel, y en presencia del presidente ruso, Vladimir Putin.
Retirada difícil de controlar
Preguntado por AFP, el portavoz militar ucraniano Andrii Lysenko dijo «no disponer de ninguna información» sobre la retirada rebelde. «Los observadores internacionales no nos lo han confirmado todavía», agregó.
En medio de una relativa calma en un conflicto de once meses que ha dejado ya más de 6.000 muertos, Lysenko se congratuló por el hecho de que ningún soldado del ejército ucraniano resultara muerto ni herido en 24 horas «por primera vez en meses».
Por su parte, Ucrania afirmó que la retirada de sus lanzacohetes múltiples Uragan continuaba, indicó a AFP otro portavoz militar, Anatoli Stelmaj, sin precisar cuánto tiempo iba a durar este proceso.
La retirada de las armas, que debe crear una zona tampón de entre 50 y 140 kilómetros, resulta muy difícil de controlar sobre el terreno.
Encargada de supervisar esta retirada, la OSCE explicó en los últimos días que había observado «movimientos» sin poder confirmar si se trataba de una retirada.
«Reclamamos un inventario de las armas que existen y una lista de las rutas utilizadas y de los lugares donde piensan conservar el armamento», dijo a AFP un portavoz de la organización, Michael Bociurkiw.
Moscú, Kiev y los europeos convinieron el viernes aumentar a 1.000 el número de observadores internacionales, que se quejan sin embargo de no poder circular libremente.
«Todos los actores de este conflicto, incluyendo a Rusia» están de acuerdo en reforzar la misión de la OSCE en Ucrania, que cuenta actualmente con 450 observadores, de los que 324 operan en el este, anunció el jueves el jefe de la diplomacia alemana, Frank Walter Steinmeier, después de haber hablado con su homólogo ruso Serguei Lavrov.
Acusada por Kiev y los occidentales de armar a los separatistas del este y de haber desplazado hasta allí a «miles y miles de tropas», Moscú desmiente cualquier implicación en el conflicto a pesar de los testimonios, cada vez más frecuentes en la prensa rusa, que dan cuenta de la presencia de sus soldados en Ucrania.