Por Fulya Ozerkan/Rana Moussaoui
Mursitpinar/Beirut/AFP
Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) intentaban expulsar el viernes a las fuerzas kurdas de la localidad siria de Kobane para acercarse a la frontera con Turquía, país al que Washington pide que intervenga.
Los yihadistas han conseguido ingresar en parte de Kobane, convertida en símbolo de la resistencia kurda al EI, pese a los bombardeos aéreos de la coalición internacional.
Más de tres semanas después de haber lanzado la ofensiva para apoderarse de esta estratégica ciudad kurda del norte de Siria, los yihadistas controlan un tercio de ella desde el lunes, e intentan abrir una vía hacia el norte de Kobane, a un kilómetro de la frontera con Turquia.
«Los yihadistas intentan a cualquier precio entrar en el puesto fronterizo con Turquía rodeando el lado norte», indicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Para ello deben apoderarse de la «zona de seguridad» donde se encuentra el cuartel general de las fuerzas kurdas, que lo defendían este viernes en combates encarnizados.
«Hay enfrentamientos al este y al sudeste de esta zona de seguridad», explicó Abdel Rahman.
La víspera, el EI se apoderó del inmueble de los Assayesh (fuerzas de seguridad kurdas) del sector. Los yihadistas están atrincherados en este lugar.
Según una periodista de la AFP, el ruido de las armas automáticas y de los obuses llegaba hasta la frontera turca, desde donde eran visibles las espesas humaredas que cubren parte de Kobane.
‘Municiones en moto’
Los yihadistas transportan municiones hacia Kobane en motos porque ya no se desplazan en convoy debido a los bombardeos de la coalición internacional, iniciados en Siria el 23 de septiembre, explicó el responsable del OSDH, que dispone de una amplia red de informadores y militantes en Siria.
Siempre según esta fuente, los aviones de la coalición volvieron a bombardear el viernes por la mañana el este de Kobane. El jueves se efectuaron 14 bombardeos aéreos contra posiciones del EI cerca de Kobane (Ain Al Arab en árabe).
En tierra, los kurdos solamente cuentan con las Unidades de protección del pueblo (YPG), principal milicia kurda, pero los yihadistas son mucho más numerosos y están mejor armados.
Si toman Kobane, los yihadistas controlarán una franja ininterrumpida en el norte de Siria, bordeando la frontera con Turquía.
Desde el inicio del asalto a Kobane, han muerto unas 500 personas en los enfrentamientos y unas 300.000 han abandonado la región, más de 200.000 hacia Turquía. Además 70 localidades de la región han caído en manos del EI.
Aprovechando la guerra civil que dura más de tres años en Siria, este poderoso grupo ultrarradical, que cuenta con decenas de miles de hombres en sus filas, controla ya amplias regiones del norte y el este de Siria, además de parte del territorio iraqui.
Presiones de Estados Unidos
Entretanto, las manifestaciones prokurdas celebradas desde el lunes en Turquía, sobre todo en el sudeste del país, de mayoría kurda, han causado al menos 31 muertos y 360 heridos, anunció este viernes en Ankara el ministro del Interior.
Los disturbios comenzaron tras un llamamiento del principal partido kurdo del país a protestar contra la negativa del gobierno turco a intervenir militarmente para ayudar a los defensores de Kobane.
El emisario de la ONYU para Siria, Stefan de Mitsura, instó el viernes a Turquía a dejar que los refugiados sirios kurdos vuelvan a atravesar la frontera para defender Kobane.
El propio Pentágono ha reconocido que los ataques aéreos «no ayudan por sí solos» a salvar a esta ciudad y se necesitan fuerzas «competentes» en el terreno. Por eso, Washington presiona a Turquía para que se implique más en la lucha contra el EI que amenaza a su frontera.
Un equipo militar de Estados Unidos viajará la próxima semana a Ankara para mantener contactos con responsables militares turcos.