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Louis “Satchmo” Armstrong

Oscar A. Fernández O.

Louis Armstrong (Nueva Orleans, viagra 4 de agosto de 1901 – Nueva York, 6 de julio de 1971), también conocido como Satchmo y Pops. Se trata de una de las figuras más carismáticas e innovadoras de la historia del jazz y, probablemente, su músico más popular. Gracias a sus habilidades musicales y a su brillante personalidad, transformó el jazz desde su condición inicial de música de baile con raíces folclóricas en una forma de arte popular.

Louis Armstrong nació en el seno de una familia muy pobre y en uno de los barrios marginales de Nueva Orleans. La miseria se agudizó cuando su padre, William Armstrong, los abandonó. Louis era entonces un niño y pasaría su juventud en un difícil vecindario de las afueras de la ciudad. Su madre, Mary «Mayann» Albert (1886–1942), dejaba a Louis y a su hermana menor Beatrice Armstrong Collins (1903–1987) bajo el cuidado de su abuela, Josephine Armstrong y a veces, de su tío Isaac. (Historia del Jazz: p. 185)

El apodo Satchmo, o Satch, es una abreviación de Satchelmouth («boca de bolsa»). En 1932, el entonces editor de la revista Melody Maker, Percy Brooks, saludó a Armstrong en Londres diciendo «Hello, Satchmo!», abreviando Satchelmouth (probablemente, sin intención), y tal apodo tuvo éxito. A comienzos de su carrera también era conocido como Dippermouth («boca de cucharón»).

El apodo «Satchmo» y la cálida personalidad sureña de Armstrong, combinados con su apego natural al espectáculo y a la búsqueda de una respuesta en el público, condujeron a la creación de un personaje público -la sonrisa, el sudor, el pañuelo- que terminó por ser al final de su carrera un tanto afectado y, según muchos, casi una caricatura racista de sí mismo. La aparente insensibilidad racista de Armstrong, le granjeo muchas críticas, pero lo cierto es que con todo, Louis Armstrong fue un apoyo financiero muy importante para el Dr. Martin Luther King Jr. y para otros activistas por los derechos civiles, aunque siempre prefiriese trabajar en esos asuntos de forma muy discreta, sin mezclar sus ideas políticas con su trabajo como artista.

En sus primeros años, Armstrong era conocido sobre todo por su virtuosismo con la corneta y la trompeta. Su mejor sonido de trompeta se puede escuchar en las grabaciones con sus Hot Five y Hot Seven. Las improvisaciones que hizo en aquellas grabaciones sobre estándares del jazz de Nueva Orleans y sobre otras canciones populares del momento, han resistido perfectamente el paso del tiempo hasta el punto de soportar la comparación con cualquiera de las hechas por otros intérpretes posteriores. La generación más antigua de jazzistas de Nueva Orleans se refieren con frecuencia a sus improvisaciones como variaciones melódicas. Las improvisaciones de Armstrong fueron novedosas y sofisticadas en su época, aunque eran sutiles y melódicas. Lo que normalmente hacía era recomponer los temas populares que tocaba, haciéndolos más interesantes. El toque de Armstrong está lleno de alegres, inspiradas y originales melodías, saltos creativos y ritmos sutilmente relajados o dinámicos. El genio de estas composiciones tan creativas se origina en la técnica interpretativa de Armstrong, conseguida tras una práctica constante que amplió su gama, su tono y las capacidades de la trompeta. En estas grabaciones, Armstrong casi llegó a crear sin ayuda de nadie el papel del solista de jazz, convirtiendo lo que era en esencia una música colectiva de tipo folk en una forma de arte con enormes posibilidades para la expresión individual.

La actividad de Armstrong en los años veinte le llevó a tocar más allá de los límites de sus habilidades. Las grabaciones de los Hot Five, especialmente, presentan en ocasiones errores y omisión de notas, aunque son difícilmente perceptibles para una audiencia subyugada por unas actuaciones llenas de energía y espontaneidad. Hacia mediados de los años treinta, Armstrong alcanzó una seguridad plena al tener conciencia de lo que podía hacer y al realizar esas ideas con perfeccionismo. A medida que su música progresaba y que su popularidad crecía, su canto también se convirtió en importante. Armstrong no fue el primero en grabar scat, pero fue uno de sus maestros y ayudó a popularizarlo. Consiguió un gran éxito con su interpretación de «Heebie Jeebies», con momentos de scat, y grabó «I done forgot the words» («Puedo olvidar las palabras») en mitad de su grabación de «I’m A Ding Dong Daddy From Dumas». Tales grabaciones fueron éxitos y el canto scat se convirtió en parte importante de sus actuaciones. Más allá de esto, no obstante, Armstrong experimentaba con su canto, acortando o alargando las frases, insertando improvisaciones, usando su voz de forma tan creativa como lo hacía con su trompeta.

Escúchenlo en:
www.youtube.com/watch?v=E2VCwBzGdPM
www.youtube.com/watch?v=SVKKRzemX_w
www.youtube.com/watch?v=1n4mIH5ndMc
Saludos cordiales y hasta la próxima.

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