Paradise / Malibú / AFP
Josh Edelson / Robyn Beck
Los bomberos luchaban este domingo contra el fuego tanto en el norte como en el sur de California, intentando a duras penas contener las llamas que hasta el momento dejan 25 muertos.
Los mayores incendios se ubican en el condado de Butte, en la Sierra Nevada al norte de Sacramento, capital de este estado de la costa oeste de Estados Unidos.
En el sur, el «Woosley Fire» afecta a los condados de Ventura -donde se ubica la ciudad de Malibú, hogar de varias estrellas de Hollywood- y de Los Ángeles.
Las autoridades anunciaron el domingo dos muertos hallados en un vehículo en un camino privado, víctimas de «Woolsey Fire». Los bomberos que combaten este incendio se están preparando para el regreso de peligrosos vientos, que podrían propagar las llamas.
Estos dos muertos elevaron a 25 el balance de muertos.
En la noche del sábado, las autoridades de Butte, condado donde se encuentra la localidad de Paradise, la más afectada por las llamas, habían reportado el hallazgo de 14 cuerpos, que se sumaron a un balance previo de nueve.
– Paraíso perdido –
Hasta el momento, 19 de las muertes reportadas se produjeron en Paradise, donde se incendiaron más de 6.700 edificaciones, en su mayoría residencias.
Tras el paso de las llamas, las escenas eran desoladoras. Autos y casas quedaron reducidos a carcasas y escombros humeantes. Las calles quedaron sepultadas en el gris de las cenizas.
Gracias a la orden de evacuación de 52.000 personas en el área, la mayoría de los habitantes logró huir del peligro a tiempo.
El gobernador electo Gavin Newson declaró el estado de emergencia para brindar asistencia a las zonas más afectadas.
El incendio, bautizado «Camp Fire», iniciado el jueves y el más destructivo de que se tenga registro en el estado, arrasó 40.500 hectáreas hasta la mañana del sábado, en tanto estaba contenido en apenas un 20%, informó el Departamento de Bomberos deCalifornia (Cal Fire), que estimó que se necesitarán tres semanas para controlar totalmente el avance de las llamas.
Unos 3.200 bomberos trabajan en la contención del fuego, y tres de ellos resultaron heridos.
Pese a que aún no se ha establecido oficialmente la causa del incendio, los responsables del suministro eléctrico local informaron a las autoridades estatales que se produjo un corte de luz cerca del lugar donde se originó el fuego, informó el diario local Sacramento Bee.
– Críticas de Trump –
El presidente Donald Trump, que se encuentra en Francia para conmemorar el fin de la Primera Guerra Mundial, acusó a las autoridades locales de una mala gestión forestal que propicia los incendios.
«No hay motivo para estos incendios masivos y mortales en California, excepto que la gestión forestal es muy mala», escribió en Twitter el sábado.
«Cada año se otorgan miles de millones de dólares, con tantas vidas perdidas, todo por el pésimo manejo forestal. Pongan remedio a eso o no habrá más dinero federal», amenazó.
Brian Rice, titular de la entidad Bomberos Profesionales de California, calificó esos comentarios de «desinformados, inoportunos y humillantes para aquellos que están sufriendo así como para los hombres y mujeres que están en las líneas» de combate al fuego.
Agregó que las afirmaciones del mandatario sobre una mala gestión forestal «son peligrosamente erróneas».
En un tuit posterior, Trump mostró mayor simpatía: «Nuestros corazones están con aquellos que luchan contra el fuego» así como con los evacuados y las familias de los muertos. «Dios los bendiga a todos».
Pero este domingo volvió a la carga: «Con un manejo forestal adecuado, podemos detener la devastación constante en el estado de California. ¡Entérense!», escribió.
– Falsa sensación –
El sur de California sufre otros dos incendios, uno de ellos en el condado de Ventura, cerca de Thousand Oaks, donde un exsoldado abrió fuego en un bar el miércoles dejando 12 muertos antes de suicidarse.
El Departamento de Bomberos de Ventura indicó que «Woolsey», además de las dos muertes reportadas el domingo, ya arrasó casi 33.590 hectáreas y destruyó al menos 177 construcciones.
Se emitieron órdenes de evacuación a unas 200.000 personas de la zona, donde se alza la ciudad de Malibú, donde viven varias estrellas de Hollywood.
Las llamas destruyeron Paramount Ranch, donde se filman westerns, incluyendo Westworld de HBO, dijeron las autoridades.
Keegan Gibbs, de 33 años, estaba desolada al encontrar que el hogar de su niñez en Malibú había sido consumido por las llamas.
«Malibú es una comunidad realmente pequeña y tiene mala reputación por ser un lugar elitista y esnob, pero es exactamente lo contrario», dijo Gibbs al diario Los Angeles Times.
Los bomberos tuvieron un respiro el sábado de los fuertes vientos y el jefe del departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles, Daryl Osby, dijo que aprovecharon para desplegar aviones para lanzar retardantes de fuego.
No obstante, el jefe de Bomberos del condado de Ventura, Mark Lorenzen, advirtió: «No se dejen engañar por una falsa sensación de seguridad».
En efecto, se esperan vientos entre 30 y 40 km por hora hasta el martes en toda la región, lo suficientemente fuertes como para propagar las llamas en direcciones inesperadas, señalaron las autoridades.