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Lucha de clases

@arpassv

Personeros de la derecha oligárquica acusan a las organizaciones populares y a la izquierda partidaria de promover la lucha de clases cuando critican la desigualdad, generic diagnosis promueven la justicia social y proponen redistribuir la riqueza mediante el pago de salarios dignos y reformas fiscales progresivas donde paguen más quienes tienen más.

Para estos paladines de la injusticia y la desigualdad, las reivindicaciones de los sectores populares son expresiones del “odio de clases” y acciones de hostilidad contra el bondadoso sector empresarial que genera empleo, paga impuestos y contribuye al desarrollo del país.

Sin embargo, actualmente la realidad es al revés: el principal promotor de la lucha de clases son las élites oligárquicas que rechazan cualquier acción estatal que beneficie a la población vulnerable y a la clase trabajadora. Es una “lucha de clases desde arriba”, porque la hacen los sectores pudientes contra las clases oprimidas.

Una acción de esta “lucha de clases desde arriba” es la persistente crítica de ARENA, ANEP y FUSADES contra la política de inclusión social del gobierno. Para esos voceros de la oligarquía, invertir en las necesidades de la gente pobre es un despilfarro de dineros públicos.

Y otra expresión de esa “lucha de clases desde arriba” es la furibunda reacción de personeros de la ANEP contra la creación de la Comisión Presidencial para Asuntos Laborales, anunciada por el Presidente Salvador Sánchez Cerén durante un encuentro con representantes sindicales realizado en el marco del Día Mundial de la Justicia Social.

La decisión presidencial de establecer un espacio de diálogo con las organizaciones sindicales para atender las demandas de la clase trabajadora, es para la ANEP un “atropello a la legislación laboral salvadoreña y a convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.

Jorge Daboub, presidente de la gremial empresarial, incluso amenazó con demandar al Presidente. Pero Sánchez Cerén dignamente respondió que no le preocupan las amenazas de Daboub y que su gobierno dialogará con los trabajadores “le guste o no le guste a la ANEP”.

Así que la oposición oligárquica a los programas de apoyo estatal a la población empobrecida y sus críticas al diálogo presidencial con los trabajadores organizados, confirman que quienes no renuncian a la lucha de clases y reivindican la supremacía de sus intereses son los sectores pudientes representados por ARENA, FUSADES y la ANEP.

A esta “lucha de clases desde arriba”, debe responderse con “lucha de clases desde abajo”. En tal sentido, los sectores progresistas deben arreciar la incidencia contra la evasión tributaria de las grandes empresas, por la reforma fiscal progresiva y contra la corrupción que involucra a élites oligárquicas.

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