@davidmar2105
“La Justicia, doctor see un deber que marca la identidad, la lucha y compromiso de los cristianos”, ese fue el mensaje de la homilía de la misa en la cripta de Catedral Metropolitana de San Salvador, en la cual también se conmemoró el 35 aniversario del asesinato del líder revolucionario, Enrique Alvarez Córdova.
Según el párroco de San Marcos, Fredy Sandoval, se debe seguir el modelo de los mártires, ya que son el vivo ejemplo de la lucha constante por la abolición de las injusticias que por décadas ha vivido el país.
“Los salvadoreños los debemos valorar, conocer y recoger para imitar y avanzar hacia la justicia en nuestro país, que tenemos signos buenos, pero todavía hay un sector de la población indiferente, insolidaria y con mucha inconsciencia histórica y social”, indicó el sacerdote.
Aseveró que la iglesia es un vivo ejemplo de generar justicia, pues en los recientes casos de pederastia, como clero salvadoreño está judicializando los casos dentro de sus normativas, por lo que es importante que la institucionalidad del estado siga estos patrones para esclarecer muchos casos violatorios de los derechos humanos.
Y es que actualmente se han dado a conocer dos casos recientes de este tipo de delito, los cuales ya prescribieron ante las leyes estatales por tener más de 10 años de haberse consumado, por lo que el párroco de San Marcos se sumo a la petición de suprimir la prescripción de cualquier tipo de delitos.
Asimismo, se refirió a otros casos en los que se debe hacer justicia, por ejemplo, en los delitos de lessa humanidad, que hasta el momento no se han resuelto por estar amparados bajo la ley de amnistía, algo que aseguró “es importante que se suprima”.
También los casos de corrupción como el del ex presidente Flores, en el cual se debe sentar un precedente para que estos delitos ya no queden impunes, claro está, que se debe trabajar en una verdadera depuración del sector justicia para que se aplique verdaderamente.
Durante la homilía se brindaron ofrendas en honor al martirio del padre Ernesto Barrera junto a los obreros, Valentín y Rafael, por defender desde su fe para trabajar por los más desprotegidos.
Asimismo, se conmemoró el fallecimiento de Monseñor Arturo Rivera y Damas, quien desde su función pastoral abrió el camino hacia la paz, para terminar la guerra que en ese momento iniciaba su punto álgido.