Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
El pronunciamiento oficial de mujeres en el Tercer Encuentro Ecofeminista de El Salvador: “Trenzando Saberes Ecofeministas” fue emitido en el marco de la conmemoración del 25 de noviembre, designado como el “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”.
“Defender la Naturaleza es Defender la Vida”, señalan y, desde sus espacios, las mujeres ecofeministas reiteraron su voluntad de una lucha colectiva, promoviendo alternativas con valores y principios ecologistas por la salud de los ecosistemas y la vida de la población.
El Movimiento Ecofeminista, nacido en el 2017, ha sido construido por una “red sólida de resistencia y cambio” que enfrenta una triada histórica de discriminación derivada del capitalismo extractivista, el patriarcado y el colonialismo, señalan en su comunicado.
“En el último milenio cerca del 75 % de la superficie terrestre ha sido alterada por la humanidad. Antes nuestra dieta dependía de más de 300 especies de plantas esenciales, ahora son 30 las plantas con las que se alimenta el 95 % de la población y solamente queda un 20 % de las variedades de maíz conocidas hasta el 1920”, afirmaron.
“El pasado 17 de noviembre, la temperatura promedio mundial superó por primera vez, el límite de 2oC sobre la época preindustrial. Un límite que la ciencia advierte tendrá impactos catastróficos e irreversibles en el planeta, los ecosistemas y los sistemas humanos”, reiteraron.
El llamado de las mujeres ecofeministas refiere a la crisis climática que califican de “injusta” en causas y consecuencias, al señalar que lleva una carga desigual sobre las afectaciones de las mujeres y con énfasis a las mujeres indígenas, afrodescendientes, disidencia sexual y discapacidad. Algo que, sumado a los “patrones culturales”, elevan el nivel de vulneración de los derechos esenciales como la vida, alimentación, vivienda, salud, agua y un ambiente sano.
“Centroamérica ya está sufriendo estas afectaciones. En El Salvador, las fuertes sequías, junto a la destrucción de los ecosistemas, ha llevado al país a una fuerte crisis hídrica donde más del 25 % de las familias no tienen acceso a agua potable”, acotaron.
“Paralelamente, los proyectos extractivos continúan violentando los derechos e imponiéndose en los territorios, perpetuando los sistemas de dominación y escapando a la debida diligencia de los Estados, que se vuelven parte de un sistema corrupto y devastador que concentra poder del capital e institucional”, reseñaron.
Frente a estas afectaciones, las mujeres ecofeministas se pronunciaron por la construcción de una “Agenda Feminista”, que tenga en su centro garantizar las condiciones sociales y ambientales que aseguren la sostenibilidad de vidas dignas y bienestar común.
Igualmente, trabajar por asegurar el respeto y avance de los derechos de las mujeres, a través de fortalecer las agendas de los movimientos feministas y el análisis de la crisis ecológica que dificulta el avance y prevalencia de los derechos humanos.
“Desafiar la invisibilidad del trabajo de los cuidados que realizamos las mujeres junto a la invisibilización de la explotación de la naturaleza y replantear nuestra relación de superioridad sobre las otras formas de vida para transitar del antropocentrismo al Biocentrismo”, señalaron como elementos importantes.
En ese sentido, hicieron un llamado a los Estados de la región para cumplir con sus obligaciones para que generen las condiciones y garantías a la justicia y eliminar las prácticas violentas y la corrupción que ejercen las empresas en complicidad con los Estados hacia los territorios y los cuerpos de las mujeres, y acabar con la impunidad.
Haciendo énfasis en los compromisos del Estado, en garantizar a sus poblaciones la soberanía alimentaria, la que debe estar basada en sistemas de producción que respeten la biodiversidad y los ecosistemas, así también la cultura y los saberes ancestrales de los pueblos indígenas.
“Demandamos de los Estados el respeto a la autodeterminación de los territorios, que cumplan y asuman una postura de protección de los Derechos Humanos de las mujeres, niñas y adolescentes, reconociéndose como sujetas de derechos y garantizándoles respeto y protección como defensoras de derechos humanos, así como el principio de consulta previa, libre e informada que garantizan los Protocolos Internacionales”, reiteraron.
Del pronunciamiento, las Mujeres Ecofeministas destacan la apuesta a exigir una “transformación del sistema económico”, dirigiéndose hacia alternativas justas que retoman y respetan la biocapacidad del planeta y dejar de contaminar la salud de la población y dejar de aniquilar los territorios con deforestación y extracciones abusivas.
“Como Ecofeministas, apostamos a la construcción de un mundo libre de violencia de género, un mundo donde las relaciones entre la naturaleza y las personas y entre personas, sin importar género, etnia, identidades, orientaciones sexuales, clases o capacidades, sean estas justas, corresponsables, equitativas y libres de violencia”, reafirmaron.