Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
“Las cosas han cambiado un poco. Hace diez años los espacios para el movimiento social eran criminalizados, la policía (PNC) servía para generar temor porque la misma institucionalidad del Estado reprimía, cerraba espacios y marginaba. En ese contexto conocí a Marcelo Rivera”, recordó Alirio Hernández de ADES, durante el aniversario de la muerte del líder ambientalista.
Para honrar la memoria de Rivera se hizo una marcha ecológica, la feria de reciclaje y un acto cultural promovido por la Asociación de Desarrollo Económico Social, Santa Marta “ADES”, la Casa de la Cultura de San Isidro y la Asociación Amigos de San Francisco.
Gustavo Marcelo Rivera fue un ambientalista y maestro que se opuso a la incursión de Pacific Rim, ahora Oceana Gold con el proyecto industrial de minería metálica El Dorado.
Lejos ha quedado la influencia negativa del exalcalde José Ignacio Bautista de ARENA, explicó Hernández. Y agregó “recuerdo que pasaban de criminalizar o desprestigiar tu trabajo, a una amenaza a tu vida y la confrontación; era una situación muy compleja, pero toda esa acción y organización social que se tuvo en ese tiempo con Marcelo ha dado resultados”.
Añadió que aunque se elevó la tensión entre los actores sociales, el trabajo se mantuvo y uno de los resultados fue el cambio de alcalde por decisión del pueblo, nombrando a Ernesto Romero (PCN).
Esto fue un legado de Marcelo, porque ahora la gente elige por opciones y al trabajo social, ya no lo ven como amenazas a sus liderazgos, manifestó Hernández.
Es de destacar que la lucha social por la minería no ha terminado, la falta de un reglamento para aplicar la Ley de Prohibición de la Minería Metálica es apenas un paso ante la amenaza industrial transnacional.
John Cavanagh del IPS (Institute for Policies Studies por sus siglas en inglés) invitado en la ceremonia, señaló que Marcelo Rivera y su lucha ambiental sirvió de inspiración en muchos pueblos y naciones que se encuentran en similar situación en sus territorios.
“Yo trabajo en un instituto (IPS) que le otorgó un premio a Marcelo Rivera en el año 2009, justo para el período en que ocurrió su asesinato y el resto de miembros de la mesa (Mesa contra la Minería Metálica), incluso su hermano Miguel Rivera fueron a recibir en su nombre el premio, y nos pidieron información de cómo operaba Pacific Rim/Oceana Gold”, manifestó.
Esto fue en el marco de la demanda al Estado salvadoreño por esta transnacional minera, y así “nos convertimos en parte de los aliados internacionales en la causa contra la minería y lo que sucedía en su país”, dijo.
Ya para 2014 se tenía a cientos de organizaciones de Canadá, Estados Unidos, Australia y Europa, librando esta lucha que culminó con la ley, que es única en el mundo, sostuvo Cavanagh.
La imagen de Marcelo se encuentra presente en el casco urbano de San Isidro, ya sea en murales, en el epitafio de su tumba y en la mente de muchas personas que compartieron su pasión por la enseñanza y el compromiso en la defensa del medio ambiente.
Flor Iraheta la nueva directora de la Casa de la Cultura lamentó la falta de aplicación de justicia para él, su familia y la comunidad en San Isidro, Cabañas.
“Sabemos que físicamente no está, pero su legado ha quedado con nosotros y por esto debemos seguir luchando, tanto por el medio ambiente como por la cultura, que fue lo que nos enseñó Marcelo”, dijo.
“Sé también que hay muchos que quieren expresar sus sentimientos sobre él, pero aún es difícil, podemos mantener viva su memoria al comprometernos a defender derechos, no estemos tristes, impulsemos esto con alegría como Marcelo lo hubiera querido”, indicó Iraheta.
Vidalina Morales de “ADES” consideró que la desaparición y asesinato de Gustavo Marcelo Rivera, como defensor ambiental marcó un punto y aparte para fundamentar la organización y lucha contra la industria minera en Cabañas.
La fecha es importante para recordar y para honrar su memoria, pero también para señalar la falta de justicia en su asesinato, por eso “estamos aquí, por ese legado que él dejó a estas comunidades, a este pueblo, a este país”.
Rivera también hizo fuerza frente a la industria minera en el municipio y defendió también el río Titihuapa.
Morales recordó a los compañeros Dora Sorto, Emanuel (su hijo de ocho meses en su vientre) y Ramiro Rivera, que fueron brutalmente asesinados.
Sobre la apertura a la inversión extranjera que mencionó en su discurso el presidente Nayib Bukele, expresó sus dudas, sobre todo por la conveniencia que El Salvador abra sus puertas y ofrezca sus recursos naturales, sin contar con un marco de protección de los mismos.
Y agregó “la ley de prohibición está en papel (…) la correlación de fuerzas políticas en la Asamblea Legislativa, la voracidad de las empresas transnacionales y el servilismo del nuevo gobierno con estas grandes empresas nos preocupan”.
Esto porque “casi les han dicho, vengan la mesa está servida y los recursos están disponibles, eso es una amenaza para las comunidades, por eso estaremos atentos a lo que ocurra”, puntualizó.