Patricia Meza
Secultura
@DiarioColatino
ALuis Galdámez se le vio cubriendo la guerra en la década de los 80. Su arma… una cámara fotográfica que le permitió reflejar la realidad que los salvadoreños vivieron en esos años y no es hasta ahora, a más de 30 años, que ese aporte valiente es reconocido por la Secretaría de Cultura de la Presidencia, que dio a conocer que el ganador del Premio Nacional de Cultura 2017, fue otorgado a este fotoperiodista que también fue herido durante en el conflicto armado.
Al ser nombrado y agradecer el premio, Galdámez dijo que lo aceptaba con “humildad” y lo ofreció a todos aquellos colegas que ofrendaron su vida en la guerra pero en especial a su amigo el periodista Roberto Navas, a quien todos llamaban “Puyol” y quien murió cuando ambos iban en una motocicleta a una cobertura al oriente de la capital.
Los periodistas, en esa ocasión, lamentaron la tragedia que se volvió cotidiana con tantos otros. Un primer retén de efectivos de tropa les dio paso a la altura de la fábrica Molsa, sobre el bulevar del Ejército, pero unos kilómetros después cerca del aeropuerto de Ilopango les acribilló a tiros muriendo Navas de inmediato y Galdámez quedó gravemente lesionado.
Muchos, hasta los que habían disparado daban por muertos a ambos, pero Galdámez más bien “resucitó” primero entre los periodistas y poco tiempo después volvió a la vida su cámara, ¡no murieron! Y Puyol así como muchos otros aún viven como víctimas de la guerra civil sin haber disparado una sola bala.
Ahora, Galdámez se convierte en el ganador del premio edición XXIX, dedicada a las artes visuales en la rama de fotografía documental, con énfasis en la memoria histórica y la identidad cultural.
Pero su aporte a la sociedad salvadoreña no solo fue en la guerra durante los 40 años que ha ejercido la noble profesión de fotoperiodista y catedrático en la Universidad de El Salvador, también ha hecho arte con sus imágenes icónicas como la serie denominada “Ángeles caídos”.
Aquí captura con su lente y genialidad a personajes de la vida cotidiana que adquieren un aire celestial, no importando la edad o el género, que incluyó hasta a los animales. Y todo aquello que representa la humanidad que porta el don divino.
Así también, otros trabajos referidos a la realidad de los salvadoreños, la situación socioeconómica, las expresiones culturales, la religiosidad, el proceso de diálogo y negociación, la memoria colectiva e historia reciente, sin omitir su vasta colección sobre fotografía artística, con gran sensibilidad desarrollada gracias a sus estudios de bachillerato en el Centro Nacional de Artes (CENAR) y que culminara con su carrera periodística en la UES.
Roberto Escobar, hijo de Galdámez, expresó “felicitaciones a mi padre, maestro y amigo Luis Galdámez, por ser el ganador del Premio Nacional de Cultura 2017, un reconocimiento muy merecido a tu gran labor de toda una vida dedicada a la fotografía. Gracias por ser mi camino en esta pasión… un fuerte abrazo a la distancia pero cerca del corazón, te quiero mucho viejo”.
También Abiu Segovia, periodista, señaló “Luis, buen amigo y Colega, creo que vuestro Premio representa una generación sufrida de periodistas; unos que ya no están pero que los tenemos presentes en la retina del recuerdo; creo que si tengo que aplaudir este premio; porque resulta fuera de serie, un premio merecido poco común, sin embargo, me quito el sombrero”.
Sobre el premio
El jurado que eligió a Luis Galdámez como ganador —de entre 11 propuestas y dos cartas de apoyo— estuvo integrado por Eduardo Antonio Fuentes Mixco, José Manuel Escobar Sandoval, Miguel Ángel Servellón Guerrero, Marvin Vladimir Girón Recinos y Roberto Antonio Quezada Alvarado.
Los criterios utilizados para determinar al ganador fueron: Los expresados en las bases del concurso referidos a la fotografía documental de creación individual con énfasis en la memoria histórica y de la identidad cultural, tomando en consideración las imágenes que registran los temas que conciernen a la sociedad salvadoreña, documentando la importancia de las cultura, de las tradiciones, la memorias histórica y la religiosidad popular de nuestros pueblos, respetando la integridad de la escena y las circunstancias reales.
También, tomaron en cuenta otros criterios, como el currículo personal y profesional; la reconocida trayectoria nacional e internacional; la técnica fotográfica, la creatividad, el concepto, la estética, la profundidad, la composición y el valor documental en las imágenes.
El premio —a entregarse en noviembre— consiste en US$5,000.00, una medalla de oro y un diploma de honor firmado por el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, y la secretaria de Cultura, Silvia Elena Regalado.
Personalidades como Isabel Dada, actriz; Fernando Llort, artista y gestor cultural; José David Calderón, productor y cineasta; Roberto Salomón, actor, maestro, director y productor de teatro; y Yolocamba I Ta, grupo musical, han sido algunos de los ganadores del premio más importante en el tema de la cultura en el ámbito nacional.
La Secretaría de Cultura de la Presidencia y el jurado calificador reconocen a todos los candidatos presentados, por sus invaluables méritos y trayectoria fotográfica, la cual significó una evaluación minuciosa y delicada para determinar finalmente al ganador.
Datos del ganador
Luis Armando Rivera Galdámez (conocido como Luis Galdámez)
Es el mayor de cinco hermanos, nació en Comasagua, departamento de La Libertad, el 23 de julio de 1955 y es hijo de Héctor Rivera y María Inés Galdámez. Es de trascendental importancia señalar que se ha desempeñado desde 1984, primero como asistente y luego como fotógrafo de planta de las agencias internacionales de noticias Frances Press (AFP) y la británica Reuters, y más reciente ha colaborado con la española EFE y la Agencia China Xinhua.
Previo a esta actividad periodística, Luis se desempeñó como catedrático de Fotografía y Diseño Gráfico del Centro Nacional de Artes (CENAR), de donde se graduó en 1976, en Artes Plásticas, opción Dibujante Arquitectónico.
Cabe destacar que el ganador del Premio Nacional de Cultura ha dirigido innumerables conferencia y conversatorios a diversas instituciones y organizaciones promotoras de los derechos humanos; además, ha desarrollado numerosas exposiciones visuales en diversos centros culturales de El Salvador, así como en República Dominicana, Cuba, Guatemala y en San Francisco (Estados Unidos), donde destaca su serie “Los ángeles caídos”.
De igual manera ha sido acreedor de varios premios y menciones honoríficas, entre los que sobresalen: Primer Lugar en el certamen de fotografía “El Salvador 500 años después” (1992); Fotógrafo del Año, por la Asamblea Legislativa de El Salvador (1998); premio único de la Bienal de Arte Paiz, El Salvador (2001).