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Jasmine Campos,
Periodista cultural
Tras una votación consensuada, que valoró la obra y la trayectoria, el fotógrafo salvadoreño Luis Armando Rivera Galdámez, conocido como Luis Galdámez, fue seleccionado como Premio Nacional de Cultura 2017, que en su XXIX edición ha estado dedicado a las Artes Visuales, en la rama, hasta ahora inédita, de Fotografía Documental.
El ya histórico premio es el más importante que se confiere en el país en el campo cultural. Inició con los galardonados en Artes y Ciencias de 1976, José Mejía Vides y Jesús Merino Argueta, respectivamente, y se mantuvo premiando esas categorías hasta 1982.
En los años de conflicto, el premio se suspendió y se retomó hasta a partir de 1994, bajo la administración de Concultura, que lo entregó anualmente a una sola categoría, en expresiones relacionadas a las bellas artes, el patrimonio y la cultura popular.
El año pasado, el Gobierno salvadoreño entregó la máxima presea en el campo cultural a una histórica agrupación musical, Yolokamba I Ta, y esta vez el turno es para la fotografía documental de creación individual, con énfasis en la memoria histórica y la identidad cultural. El ganador indiscutible ha sido Galdámez.
Su portafolio da cuenta de años de trabajo en los que su lente captó marchas, mítines, protestas, el histórico proceso de negociación, la militancia durante el conflicto, las víctimas civiles de la guerra, el proceso de desmovilización y las poblaciones de expatriados.
También, sus imágenes dejan testimonio de ceremonias, celebraciones, conmemoraciones, costumbres y tradiciones de distintas comunidades del país.
Las bases establecieron que se consideraran las imágenes concernientes a la sociedad salvadoreña que documentaran la importancia de nuestra cultura, tradiciones, la memoria histórica y la religiosidad popular, respetando la integridad de la escena y las circunstancias reales.
El jurado estableció además en el acta que tomaron en cuenta otros criterios, tales como la reconocida trayectoria nacional e internacional de Galdámez, su técnica fotográfica, creatividad, concepto, estética, profundidad, composición y el valor documental de sus imágenes.
Galdámez es un reconocido fotoperiodista que cubrió la guerra en El Salvador. Nació el 23 de julio de 1955, en Comasagua, departamento de La Libertad. Estudió el Bachillerato en Artes, del cual se graduó como Dibujante Arquitectónico (una de las especialidades de Artes Plásticas) en 1976. Posteriormente, ingresó a la Universidad de El Salvador para estudiar la Licenciatura en Periodismo.
Su trabajo como fotoperiodista arrancó como colaborador en la Agencia Francesa de Prensa (AFP) y luego en la agencia internacional de noticias Reuters, en plena guerra civil.
De esa época tiene importante material documental, así como una cicatriz en su brazo derecho, producto de las balas que recibió en la víspera de las elecciones presidenciales del 19 de marzo de 1989 y que casi le cuestan la amputación.
Tras varias operaciones hechas en el extranjero, regresó al país. Aprendió a tomar fotografías y a rebobinar películas con su mano izquierda, pues nunca recuperó por completo la movilidad de su otra mano.
Por encima de todo eso, Galdámez retomó su carrera con éxito, al punto que el premio de este año lo consagra como fotoperiodista documental, en virtud de lo cual recibirá en el mes de noviembre, de manos del mandatario salvadoreño, una medalla de oro, un diploma de honor y un premio en efectivo.
El premio se suma a otros reconocimientos recibidos por el fotógrafo a lo largo de su carrera, entre los que destaca la mención como Fotógrafo del Año otorgada por la Asamblea Legislativa en julio de 1998 y una distinción honorífica como fotógrafo, otorgada por la Asociación de Periodistas de El Salvador.
Los encargados de valorar las candidaturas, entre once propuestas (y dos cartas de apoyo), fueron Eduardo Fuentes Mixco, Miguel Ángel Servellón, Marvin Vladimir Girón Recinos, Roberto Quezada Alvarado y José Manuel Escobar Sandoval, quienes expresaron: «Nos sentimos comprometidos a reconocer a todos los demás candidatos presentados, por sus invaluables méritos y trayectoria fotográfica, lo cual significó una evaluación minuciosa y delicada para determinar finalmente al ganador».
